San Pedro de Macorís.- Las expectativas no podían ser mejores. Estadio totalmente abarrotado, debut de la estrella mejor pagada en jamás haber jugado en la historia de la pelota invernal dominicana… y Robinson Canó hizo exactamente lo que se esperaba.

Canó pegó un doble y remolcó tres carreras para guiar a las Estrellas Orientales a una victoria 7-2 sobre los Gigantes del Cibao.

Más de 7,500 personas se dieron cita al Tetelo Vargas, que tiene una capacidad sentada de 6,500 fanáticos, para ver al hombre de los US$240 millones de los Marineros de Seattle jugar en el estadio que lo vio debutar como profesional hace más de una década.

Y Canó hizo lo que todo el mundo esperaba. En su primer turno al bate falló con un rodado a tercera base, pero empujó una de las dos carreras de los orientales.

Luego en el cuarto episodio ligó un doble que remolcó dos carreras para ponerle la tapa al pomo a una entrada de cinco anotaciones que selló el cuarto triunfo seguido para los verdes.

Elián Herrera y Gustavo Núñez también produjeron una carrera cada uno y las Estrellas llegaron a ocho victorias en la semifinal.

El triunfo fue para Evan MacLane (2-0) con seis entradas en blanco en las que solo aceptó tres indiscutibles, con un boleto y cinco ponches. Ramón Benjamín, Waldis Joaquín, Omar Javier y Marcos Mateo completaron la labor monticular.

Los Gigantes perdieron su segundo partido en línea y su abridor Carlos Pimentel (1-1) fue castigado con cinco hits y cinco carreras en tres entradas y un tercio.

Canó bateo de 4-1.