NUEVA YORK.AP. Su swing zurdo ha sido comparado con el del legendario Rod Carew, por su mecánica sutil, y le aporta a los Yanquis de Nueva York un bateador de poder en la parte baja de su orden ofensivo.

   En su primera Serie Mundial, Robinson Canó puede recoger los frutos de su capacidad para evolucionar como bateador en sus cinco años en las Grandes Ligas.

   Luego de un decepcionante 2008, el segunda base dominicano resurgió esta campaña al batear para .320 con 25 jonrones y 85 remolcadas. Sus totales de hits (204), carreras anotadas (103) y dobles (48) fueron los más altos de su carrera.

   Canó no perdió el tiempo tras el final de la pasada temporada, en la que los Yanquis quedaron fuera de los playoffs, y durante el descanso se abocó a tomar correctivos.

   Para ello contó con el apoyo de Kevin Long, el coach de bateo del equipo que fue a República Dominicana para trabajar a su lado.

   “La clave fue el empeño que puse en el invierno”.