Cañones mal dirigidos

Cañones mal dirigidos

El caso de la denuncia del distinguido político y empresario Wilton Guerrero Dumé, senador PLD-Peravia, ha resultado con el enfoque de los cañones mal dirigidos por éste y por el Procurador General de la República, doctor Radhamés Jiménez Peña.

En primer término, Guerrero Dumé, solidario con el PLD y con su provincia Peravia, pero además con su país, debió en principio tramitar una entrevista con el presidente Leonel Fernández para confiarle todo cuanto conoce alusivo al narcotráfico en su provincia, no al final, cuando el barullo adquiere decibeles que agraden los tímpanos de la ciudadanía. Quedarse tranquilo y esperar los resultados, no faenar más que el Papa con su Iglesia.

En segundo aspecto, el doctor Jiménez Peña también ha debido mesurarse, apaciguar su euforia que parece de adolescente, profundizarse y centrarse en precisamente “procurar” identificar a los autores intelectuales de la masacre de Paya, pero nunca enfilar los cañones contra Guerrero Dumé, que ha debido orientar hacia el narcotráfico, para focalizarlo en el denunciador de la porción pútrida del narcotráfico que corroe no solamente a Peravia, sino a todo el entorno nacional, y más allá.

Guerrero Dumé ya debe situar la confrontación entre ambos ahí, permitir el discurrir de las investigaciones para que el país compruebe sus resultados, y los dos emplearse en esa dirección, porque purpurar el debate socava la unidad del PLD y los bríos para enfrentar al enemigo mayor que es el flagelo de las drogas, el narcotráfico, el lavado, el que cada mes quince avionetas ingresan al territorio nacional sin permiso, como denunció el jefe de la Fuerza Aérea, mayor general Rafael Altuna Tezanos el 30-09-08.

“Servir al partido para servir al pueblo”, “quien divide traiciona”; “vergüenza contra dinero”, repetía el líder presidente Juan Bosch. Volvamos a Bosch, imitemos su grandeza y su acrisolada honestidad sin tachas.

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