QUITO, EFE.- Aunque aún no hay una fecha definida para la canonización de la beata ecuatoriana, Narcisa de Jesús, su pueblo, Nobol, en la provincia costera del Guayas, ha comenzando a prepararse para el suceso, anunciado el viernes en el Vaticano.

   Desde este fin de semana, unos 75 empleados del Ayuntamiento de Nobol, incluido el alcalde José Villamar, realizaron un trabajo comunitario de limpieza en la avenida Río Amazonas y en otras seis calles aledañas al santuario de Narcisa, informó hoy la prensa local.

   Aunque todavía no se conoce la fecha de la ceremonia, para los habitantes del cantón, la canonización ha sido en las últimas horas el principal tema de conversación, señaló el diario El Comercio.

   Relató que en las radios locales se pedía la colaboración de los 150.000 habitantes del cantón para mantener la limpieza y el orden, pues se prevé una masiva llegada de fieles.

   Desde Ciudad del Vaticano se informó el pasado viernes que el papa Benedicto XVI dio su autorización para que la beata ecuatoriana sea proclamada santa.

   Benedicto XVI firmó el viernes el decreto por el que se le atribuye un milagro a la beata ecuatoriana, condición imprescindible para que pueda ser canonizada.

   Narcisa de Jesús Martillo Morán, nacida a fines de 1832, y fallecida en Lima el 8 de diciembre de 1869, fue beatificada el 25 de octubre de 1992 en el Vaticano por Juan Pablo II.

   A principios de 1868, la ecuatoriana, que quedó huérfana desde muy joven, viajó a Lima y allí continuó su vida, considerada virtuosa, como seglar, alojada en la Casa de las Hermanas de la Orden Laical de Santo Domingo, hasta su muerte el 8 de diciembre de 1869.

   Para su beatificación, el Vaticano aprobó como milagro la curación en 1967 de Juan Bautista Pesantes Peñaranda quien sufría de un cáncer incurable. El rector del santuario de Narcisa en Nobol, Jaime Cedeño, considera que la firma del decreto que formaliza la santificación de Narcisa es cuestión de días y espera que la ceremonia de canonización se realice en unos tres o cuatro meses.

   Los creyentes han concurrido en grandes cantidades.