Varios de los sponsors de Rammstein han anunciado la cancelación de su contrato con la banda después de las acusaciones de abusos sexuales contra su cantante Till Lindemann y ya se registra una gran devolución de entradas para sus conciertos en Alemania esta semana, donde esperaban la asistencia de un cuarto de millón de seguidores.
Algunos políticos incluso han hablado de prohibir preventivamente los conciertos de la banda antes de aclarar la situación.
La banda y especialmente Till Lindemann han fomentado un estilo agresivo, viril y marcial en sus apariciones y videos promocionales. Uno de los últimos vídeos musicales de la banda es directamente porno y muestra a Lindemann teniendo sexo en vivo con varias mujeres.
Las acusaciones indican que una asistente del grupo reclutaba seguidoras durante el concierto para llevarlas después a un espacio detrás del escenario donde Lindemann las esperaba para tener sexo con ellas. Lo decisivo, que tan forzado o que tan voluntarios eran esos encuentros es lo que ahora intentará resolver la banda misma que ha contratado investigadores para aclarar el caso.
Dirigida al grupo de habla alemana que más álbumes vende en el mundo, estas sospechas podrían marcar el «final del show» para el sulfuroso grupo de metal, predice el Süddeutsche Zeitung, uno de los periódicos que dio espacio a las denuncias.
El caso comenzó a finales de mayo con el testimonio de una irlandesa, de 24 años, que acusaba al cantante y letrista de la banda, Till Lindemann, de haberla drogado y agredido sexualmente después de un concierto el mismo mes en Lituania.
Este testimonio liberó la voz de otras jóvenes que describían casi el mismo escenario.
Las groupies habrían sido localizadas en las primeras filas de los conciertos, filmadas o fotografiadas para que Lindemann pudiera hacer su elección, antes de ser invitadas a asistir a fiestas privadas.
Algunas habrían sido drogadas antes de ser atacadas por el cantante de 60 años.
El grupo desmiente firmemente estas acusaciones, pero afirma tomarlas «muy en serio».
«Es importante para nosotros que (las aficionadas) se sientan cómodas y seguras en nuestros conciertos, delante y detrás del escenario», dice un comunicado publicado en Instagram.
La asistente rusa Alena Makeeva, que habría propuesto a mujeres jóvenes unirse al grupo entre bastidores, fue apartada del entorno de la banda, informa el martes el semanario Die Welt.
Zonas especiales para mujeres
Una alemana de 21 años, Kayla Shyx, relató en un video de unos 30 minutos que Makeeva se acercó a ella y a una amiga en un concierto en 2022 y las invitó a una «fiesta más tarde».
Conducida a una sala donde encontraron con otras decenas de jóvenes, fue incitada a beber alcohol después de que los agentes de seguridad confiscaran los teléfonos móviles.
«De repente me di cuenta de que estaba allí como objeto sexual y entré en pánico!», relata la joven, que finalmente consiguió salir del lugar.
Ante estas acusaciones, el gobierno alemán pidió medidas de protección de la población femenina respecto a Rammstein.
La ministra alemana de la Familia, la ecologista Lisa Paus, propuso la creación de zonas de protección para las mujeres en los conciertos, así como de equipos que puedan intervenir en caso de agresión sexual.
Hay que discutir «rápida y concretamente» medidas de protección, afirma Paus, para quien «sería útil un debate serio sobre la responsabilidad de los artistas y organizadores respecto a sus aficionados».
En el estadio olímpico de Múnich hay cuatro conciertos programados esta semana. La zona justo delante de la escena («Fila Cero») -en la que el cantante podría ver a las jóvenes- será eliminada.
El grupo, fundado en 1994 por músicos de la antigua RDA, debe actuar en las próximas semanas en Francia, Italia, Suiza, Suecia, Bélgica, Países Bajos, Polonia y Austria.
Rammstein -cuyo nombre hace referencia a la catástrofe aérea sobre una base estadounidense de la ciudad homónima en 1988- es el grupo de habla alemana más famoso del mundo.
Es conocido por sus espectaculares actuaciones en el escenario con gran refuerzo de pirotecnia y por su gusto por la provocación, que le valió acusaciones de proximidad con la ideología nazi, firmemente rechazadas por los músicos.