Ayer cumplió 63 años de fallecido el cantante dominicano Eduardo Brito, quien había nacido el 21 de enero de 1905 en la sección Blanco de Luperón, Puerto Plata.
El Teatro Nacional de Santo Domingo lleva su nombre en homenaje a quien ha sido reconocido como el mejor cantante dominicano. El 3 de noviembre de 1929 contrajo nupcias con la también cantante Rosa Elena Bobadilla, con quien procreó tres hijos.
Según el libro Fichero Artístico Dominicano, de Jesús Torres Tejeda, su enfermedad mental comenzó con un delirio de persecución, decía que lo querían matar, después de haberse pronunciado en contra de Trujillo durante una actuación en la emisora HIZ.
El doctor Zaiter indicó en la misma publicación: Eduardo Brito tenía sífilis cerebral, la cual le producía trastornos nerviosos, delirio de megalomanía.
Entre los años 1942 y 1943 le inyectaban bismuto. Larga y penosa fue esa etapa de su vida. Doloroso su viacrucis, apunta el libro.
Su proyección
En los años 30, Eduardo Brito actuó en Puerto Rico, Cuba, Colombia, Panamá y Nueva York (donde grabó La mulatona, Lucía, y Solo tuyo).
Y cual si fuera poco, este artista dominicano también cantó en exclusivos teatros de Francia, España Rumanía, Hungría, Checoslovaquia, Bélgica, Italia y Yugoslavia, entre otros países.
En 1944, estando en Nueva York, comenzó a perder facultades vocales. No tenía bienes, pues lo había perdido todo en España, donde se dice tuvo que trabajar como obrero.
Nena Brito, hermana de Eduardo, casada con el general Esteban Pérez, hizo gestiones para que le enviaran los pasajes y regresara a República Dominicana junto a su esposa Rosa Elena, refiere Torres Tejeda.
En mayo de 1944, Brito regresa a su país para no irse más de su amada Quisqueya. De ahí en adelante, su vida se convirtió en un triste viacrucis.
Sello postal
El 15 de enero de 1996, el Instituto Postal Dominicano puso en circulación una emisión de sellos postales, en ocasión de conmemorarse el 50 aniversario de la muerte de Eduardo Brito.