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En el marco de un taller internacional de usos alimentarios de la soya celebrado en Puerto Príncipe, se presentó a los participantes un nuevo esquema de mejoría de la nutrición y auto-sostenibilidad de raciones sólidas para el Programa Nacional de Cantinas Escolares (PNCS).
El programa de alimentación escolar haitiano cubrió 250,000 estudiantes con recursos propios hasta noviembre del 2009. En agosto 2010, el Banco Mundial y el Programa Mundial de Alimentos anunciaron la disposición de financiar la cobertura hasta un millón de beneficiarios para el año escolar 2011, priorizando alimentos producidos en Haití.
Dentro del marco de estas iniciativas, se introdujo a los presentes el trabajo realizado para el Programa de Alimentación Escolar dominicano en cuanto a la fabricación local de las galletas fortificadas o HEB (High Energy Biscuit), así como los beneficios potenciales y retos de aplicarse la iniciativa en el vecino país. El alimento es una ración sólida tipo bolacha que posee alta vida de anaquel y un contenido de 12-15% de proteínas, además de estar fortificada con 13 vitaminas y 10 minerales.
Partiendo del interés suscitado, el equipo de técnicos dominicanos junto a académicos del National Soybean Research Laboratory de la Universidad de Illinois y el Coordinador de Desarrollo Económico de CARE Internacional para Haití, Sr. Paúl Robinson, han formulado un proyecto de financiación internacional por ante el Depto. de Agricultura del Gobierno de los EEUU.
El mismo consistirá en una intervención alimentaria piloto que estructurará el ciclo de fabricación de las galletas fortificadas por reposteros rurales en Haití. Bajo el esquema planeado, los microempresarios seleccionados recibirán entrenamiento, materias primas y equipos de repostería vía micro financiamientos. Esto les permitirá iniciarse en la actividad de suplir la ración sólida a las escuelas del PNCS haitiano, creando empleos y generando actividad económica, potencialmente de manera continua y rentable.
La tecnología de una premezcla fortificada evaluada en 2010 en nuestro país, tiene la bondad demostrada de permitir que panaderos poco sofisticados produzcan la bolacha con instrumentos simples de cocina y que su composición nutricional final se ajuste a los estándares de nutrición establecidos por las agencias de la ONU. La misma galleta es utilizada en los PAE de Ecuador y Bolivia.
A raíz de la catástrofe haitiana de enero 2010, el Programa Mundial de Alimentos adquirió un valor de USD5.28MM (Licitación HQ10HEB03) de estas galletas de un fabricante en Turquía, para ser trasladadas por aire y cubrir la emergencia alimentaria producto del terremoto. El Fondo para Haití de la Fundación Clinton dedicó USD250,000 en 2010 para la adquisición de este mismo alimento del PMA. De hecho la galleta fortificada se ha convertido en el alimento complementario fortificado por excelencia en emergencias alimentarias.
Los análisis internacionales certificados realizados a la galleta producida en la República Dominicana están disponibles en la página web www.solidarityfoods.com. Sección Control de Calidad global, artículo «Análisis Certificados EUROFINS».
Especialistas consultados coinciden que el concepto de ayuda alimentaria que en su ámbito de acción induce actividad económica y genera micro empleo de manera autosostenible es el esquema del futuro. Logrando que la asistencia humanitaria deje de ser un fin en sí misma, convirtiéndose en un inductor de actividad microeconómica auto sustentable, es una deseable opción dada la etapa que vive Haití u otros tantos países afectados por crisis alimentarias.
