UBI RIVAS
Al proclamar la fundación del Partido Revolucionario Socialdemócrata y erigirse sin que una convención lo proclamara, su presidente, en acto efectuado el 04 del presente mes de marzo ante el país por TV, el licenciado Hatuey de Camps deserta del PRD que fue accionar de toda su vida,para entonar lo que pudiese definirse en su canto de cisne político. Su Waterloo político. Su «consumatun est», última palabra pronunciada en el Gólgota por el redentor de la humanidad.

Antes que Hatuey, el profesor Juan Bosch, Nicolás Silfa, Ramón Castillo, Jacobo Majluta desertaron, como Hatuey, del PRD, y todos concluyeron sin pena ni gloria.

Se dirá que Bosch condujo al PLD, luego de 23 años, al poder, una verdad a medias, pues quien condujo al poder al PLD y al doctor Leonel Fernández en la justa comicial de 1996 en realidad fue el presidente Joaquín Balaguer, como ahora el espaldarazo para el ‘reprise’ del PLD y Leonel no fue estrictamente el PLD, sino el PPH faccioso que se enseñoreó con el santo y la limosna, fatídicamente, en la conducción del PRD. Como ahora Hatuey con el PRD dividido.

El PHH faccioso por su pésimo desempeño a horcajadas de los relámpagos del mando supremo peormente conducido en la acepción de las grandes mayorías que sufrieron en carne viva el descenso de su calidad de vida, aumentando la pobreza en forma alarmante como diagnostican tanto la CEPAL como el PNUD, no un dirigente político.

Pero el recordado 04 de marzo último, Hatuey en realidad, como un consumado artesano de Damasco, amoló el arma blanca para su propio gaznate, urgido por la impaciencia y la soberbia, dos de sus presencias negativas que le persiguen y atenazan, como a su propia sombra, de todo lo cual es imposible esquivar.

La experiencia señala que a los mangos, para decir, a las frutas, es menester aguardar debajo de la mata que goteen, como expresó el doctor Balaguer al profesor Bosch cuando ‘El Jefe’ envió al primero a La Habana a una misión, y el segundo le sugirió quedarse como exiliado, y a la postre, el que aguardó que goteara el mango debajo de la mata obtuvo mayores resultados políticos que quien le aconsejó exiliarse. ¡O no fué así?

La paciencia y la humildad, que fueron cortejadas ambas por el déspota ilustrado de Navarrete y que le redituó 22 años detentando los relámpagos del mando absoluto, medalaganario, arbitrario, se impusieron sobremanera a quien de manera extraña pronosticó que el gobernante que sabe gobernar es aquel que se mantiene en el poder, descalificándose a priori para siempre, como sucedió.

Son virtudes que Hatuey no posee ni dominará nunca, porque su temperamento, que es como la clasificación sanguínea de cada quien, resulta imposible variar, o positivo, o negativo. ¿Cómo se cambia?, ¿con una diálisis? Nunca.

Hatuey recibe un PRSD como nunca antes ningún partido político, organizado a priori en todo el país, con diputados, alcaldes, senadores, recursos económicos abundosos y con la silente pero sotorrada bendición del amo del poder desde la colina de la calle Moisés García, que apuesta a la división del PRD como una consigna lógica, de las varias, para mantener al PLD con o sin él, pero el PLD, más allá del 16-08-08, estrategia lógica y elemental y pueda que brillante.

Con la euforia de todo lo que se inicia, con las adrenalinas desbordantes como un niño el día de Reyes cargado de regalos, que coronó una zurra terrible, desollante a todo lo que expele aroma de PPH, que estigmatizó hasta los cimientos, Hatuey parecía transportado de entusiasmo a la galaxia de Andrómeda, cuando en realidad a no pocos nos pareció entonar su canto de Cisne en el escenario exigentísimo y semoviente del protagonismo político. Esperemos.