La desorganización del transporte ha llegado a tal punto, que sindicatos de choferes de carros públicos utilizan una estrecha calle interna del hospital Darío Contreras, por donde cruzan las ambulancias, para buscar pasajeros y acortar rutas, en franco desafío de la seguridad de ese centro de salud que no encuentra la manera de impedirlo.

De igual modo, vecinos del ensanche Alma Rosa y del centro hospitalario, se manifestaron en contra de paradas de rutas de vehículos públicos en las calles, por la intranquilidad que provocan, así como por la contaminación ambiental, trifulcas, palabras obscenas y otras inconductas.

Además de los carros de sindicatos, especialmente de Los Mina, están los taxis y otros denominados piratas, que han hecho de la calle interior del Darío Contreras su ruta preferida, obstaculizando hasta el traslado de pacientes de un edificio a otro. Ayer fueron observados  camilleros con pacientes heridos que se detenían entre las áreas de internamiento y de consultas, para esperar a que crucen los vehículos.

Pero el problema no se detiene  en el cruce constante de carros por la pasarela del hospital.

Los pocos espacios de estacionamiento son ocupados por los taxistas. Como en el frente del principal hospital de ortopedia y traumatología del país no se permiten paradas de rutas, sobre todo a partir de la construcción del túnel de la Avenida de las Américas, los sindicatos cambiaron sus terminales para la parte trasera del Darío Contreras, donde son repudiados por los vecinos.

Las claves

1. Toman el Darío

Los choferes del concho se adueñan  hasta de la calle interna del hospital Darío Contreras, por donde circulan las ambulancias y vehículos de emergencia.

 2. No los quieren

Los vecinos de Alma Rosa, sobre todo, los que habitan próximo al Darío Contreras, exigen de las autoridades que saquen a los choferes de la zona.

Desesperante

Darío Mañón, director de Prensa del Darío Contreras, definió la situación como desesperante, porque además los choferes defecan, se orinan y cometen otros desmanes detrás del hospital.

Explicó que debido a la situación creada, el hospital coordina una reunión con los vecinos y la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet), con miras a buscar una solución al problema que afecta al centro y a la comunidad.

Informó que el hospital colocó un miembro de la seguridad en la puerta de entrada, pero aun así los choferes penetraban, por lo que se buscan alternativas para frenar a “esas plagas”.

La junta de vecinos San Francisco de Asís denunció que la ruta 43 se ha apoderado de la calle Club Rotario, lo que mantiene en zozobra a los residentes en esa vía, además de que obstaculiza la circulación rápida de las ambulancias que acuden al hospital Darío Contreras.

Magali Silva, presidenta de la entidad, deploró que esa vía que hace unos años era una de las más tranquilas de la zona haya sido convertida en un arrabal, donde los choferes se orinan, vociferan palabras de todo tipo, discuten por turnos y pasajeros, y últimamente se han instalado vendedores ambulantes. Muchas veces  la junta de vecinos se ha reunido con los dirigentes choferiles para  pedirles que no lancen basura, desechos de comida, bajen el volumen de la música, no se orinen en la  vía, entre otras cosas.