¡Caos en Villa Consuelo! Ciudadanos arriesgan su integridad por ocupación de aceras. FOTO Elieser Tapia
Cristian Mateo tiene que caminar por la calle diariamente para llegar a su trabajo, ubicado entre la Juana Saltitopa y la José Martí, en Villa Consuelo, o las veces que se moviliza en su vehículo, maneja con mucho cuidado para no atropellar a los transeúntes.
“Por ahí no se puede andar, la gente casi no puede caminar porque las aceras las tienen cogidas, las tienen llenas de negocios, al igual que parte de la calle (…), eso yo lo veo mal, deben corregirlo), describe el señor Mateo, mientras se movía entre los obstáculos.
Se queja porque son comunes ver los puestos de comida, maniquíes, camas y muebles en los espacios por donde se supone, deberían transitar los peatones, sin embargo, este parece ser un derecho negado en la zona.
“Uno en los vehículos tiene que estar cuidando la gente, porque andan tirados en la calle por ese problema, que lleva años sin resolver y que necesita de una rápida solución”, sentenció.
Como él, decenas de personas tienen que transitar sobre el asfalto, debido a que decenas de negocios y comercios informales han ocupado las aceras del populoso barrio capitalino, lo que convierte la zona en un caos total durante el día.
Tradicionalmente, Villa Consuelo ha sido uno de los barrios de mayor movimiento económico, pero su crecimiento desproporcional se refleja en el desorden y ocupación ilegal de espacios públicos.
Esto, pese a que las autoridades han hecho desalojos en algunos puntos, para permitir que los transeúntes caminen por zonas seguras.
“Pero esto está ahora mejor, antes era más caótico incluso, uno no tenía ni por donde moverse”, afirma María, una residente en Villa Consuelo y quien tiene que esquivar los obstáculos para poder circular.
Zona hostil para las personas con discapacidad.
La caótica situación empeora para las personas con alguna discapacidad, como ciegas por ejemplo, ya que es prácticamente imposible recorrer algunas de las aceras sin tropezar con algún objeto.
Es por eso que, ciudadanos, quienes prefieren el anonimato, exigen a las autoridades una intervención oportuna, que permita que los comercios continúen operando sin afectar al ciudadano de a pie.