Caos, llamadas, insomnio: PDVSA lucha por sobrevivir

Caos, llamadas, insomnio: PDVSA lucha por sobrevivir

En la petrolera estatal de Venezuela reina la desesperación y el caos semanas después de que EE.UU. impusiera una prohibición de facto sobre el crudo del país y sus productos derivados.

Los empleados trabajan las 24 horas y están llamando a docenas de operadores, algunos poco conocidos, en busca de nuevos mercados para su crudo, según personas que describen el ambiente en Petróleos de Venezuela SA.
Los empleados de PDVSA también están trabajando arduamente para convencer a los proveedores de que les vendan productos refinados, como la nafta, los cuales son fundamentales para mantener el funcionamiento de su afligida industria. Dado que la oferta de estos productos cae bajo las sanciones, los primeros indicios de una escasez de gasolina han surgido en el campo.

Un éxodo de empleados de PDVSA en áreas clave, como comercio y suministro, solo ha aumentado la confusión. PDVSA incluso se ha acercado a los exempleados para pedirles los números de teléfono de los operadores. La falta de empleados experimentados ha complicado lo que sería, en circunstancias normales, un trabajo bastante sencillo de negociación con operadores para la compra de cargamentos de petróleo que equivalen a menos de la mitad del uno por ciento del mercado global (por lo general, EE.UU. compraba 400.000 barriles diarios a Venezuela). Al mismo tiempo, las sanciones han reducido las opciones para realizar y recibir pagos.
Línea de vida económica. “PDVSA está luchando desesperadamente por encontrar gasolina y nafta para importar, a través de operadores, clientes y proveedores, y también está buscando puntos de venta para su crudo”, dijo Francisco Monaldi, experto en política energética latinoamericana en la Universidad Rice de Houston. “Son el tipo de situaciones en las que los operadores se aprovechan y se benefician. “PDVSA tendrá que ofrecer descuentos para vender su crudo y pagar mucho más por las importaciones”.

Si los esfuerzos de PDVSA dan frutos, pasará un largo tiempo antes de determinar el destino del líder asediado, Nicolás Maduro. El presidente Donald Trump impuso la prohibición del petróleo venezolano como parte de la iniciativa estadounidense para que Maduro cediera el poder a un gobierno interino liderado por Juan Guaidó, el legislador que afirma que es el líder legítimo de la nación.
Al ahogar las finanzas del régimen de Maduro, EE.UU. espera convencer a los militares de Venezuela para que abandonen al líder autocrático. Pero la táctica conlleva un gran riesgo: EE.UU. está apuntando a la única fuente de divisas de Venezuela y podría terminar exacerbando la crisis humanitaria allí.
Un funcionario de prensa de PDVSA minimizó el problema y dijo que ya ha logrado encontrar mercados de reemplazo para vender y comprar productos del crudo.
Opciones
Parte del problema de Venezuela es que el hombre encargado de supervisar Los esfuerzos, Manuel Quevedo, tiene poca experiencia en la industria de la energía. Es un militar de carrera que ascendió al rango de general en la Guardia Nacional, fue nombrado jefe de PDVSA a fines de 2017 cuando Maduro comenzó a purgar y encarcelar a muchos directivos de la compañía. No está claro cómo PDVSA compensará la pérdida de las ventas en EE.UU..

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