Caos, desorden y pillaje
imperan Duarte con París 

Caos, desorden y pillaje <BR>imperan Duarte con París 

El caos y el desorden con que operan cientos de pequeños y medianos  comerciantes en la intersección de las avenidas Duarte y París, han hecho desaparecer prácticamente lo que fue  la  Plaza del Buhonero, construida   en el cuatrienio 1990-1994, durante  la sindicatura de  Rafael Corporán de los Santos.

La desorganización y el apretujamiento con que operan los pequeños y medianos comerciantes del  lugar es tal, que los vehículos públicos y privados que circulan por el lugar apenas hallan espacio para desplazarse.

En medio de todo este cuadro, la basura apesta y las  moscas y cucarachas abundan.

Los  dos carriles de circulación de la París en dirección Oeste-Este se ven reducidos a menos de uno,  porque el número de negocios que operan en la vía es tal que los vendedores ocupan parte de dicha vía reservada al tránsito vehícular y de paso invaden toda la acera.

El espacio del peatón ha sido ocupado por mesas en las que se exhiben diversos productos, que van desde ropa de vestir usada o nueva, calzados en sus diversas variedades, productos alimenticios procesados y agropecuarios, chicharrón de cerdo y otros alimentos que son vendidos al descubierto,  sin ningún tipo de protección, exponiendo a los consumidores a ingerir insectos atraídos por las grasas.

Algunos comerciantes no ven con simpatía a periodistas, fotógrafos y camarógrafos interesados en exponer de alguna forma la situación que se vive en el lugar por temor a que clientes asiduos se alejen y ya no vuelvan al lugar.

Según confidencias de algunos comerciantes y transeúntes que acuden asiduamente al lugar, en la París con Duarte abundan delincuentes que no venden nada, pero que están al acecho para entrar en acción.

Según las confidencias, el robo de carteras a hombres y mujeres, y de objetos de valor como teléfonos celulares están a la orden del día.     Entre tanta gente que acude al lugar,  simplemente en tránsito o para comprar algún artículo, a la Policía que con sus deficiencias patrulla y vigila el lugar se le hace difícil prevenir o caerle encima a los delincuentes que están al tanto de todo.

Pequeños comerciantes del lugar  ven con preocupación  la situación y    consideran que es necesario que las autoridades municipales rediseñen algún proyecto que permita reubicar a los buhoneros que ya superan varias veces  el número que   fue alojado  hace 18 años.

Deploran que los dirigentes de la Asociación de Buhoneros, que agrupa a los de la Duarte con París, no piensen en como reorganizarse.  

LAS CLAVES

1.  Mucho trabajo

Cuando las autoridades del Gobierno central o del Ayuntamiento del Distrito Nacional se decidan a corregir los desórdenes que acusan la mayoría de los lugares donde operan buhoneros, tendrán mucho trabajo y requerirá de cuantiosas sumas de dinero para enfrentar la situación. Muchos dudan que el  cabildo de la Capital  por sí solo  pueda enfrentarlo. Ojalá que los préstamos que se han otorgado a algunos ayuntamientos puedan fluir para el del DN.

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