Caótico y costoso

Caótico y costoso

A pesar de que este país tiene que cubrir una factura petrolera cada vez más alta, es asombroso que no se hayan elaborado políticas de ahorro de combustibles y energía. La fase más dramática de la ausencia de métodos de ahorro está, sin duda, en el tránsito caótico que tenemos en avenidas y carreteras.

El desorden hace que el tránsito sea lento, reduce severamente el rendimiento de los vehículos e incrementa el consumo de combustibles, y ni hablar de lo que representa la pérdida de tiempo en términos de dinero.

Las autoridades, que se gastan el tiempo en asediar a los conductores por nimiedades como el pago de la «Revista», cuyos beneficios para el tránsito están por verse, no se ocupan, en cambio, de intervenir en el caos que afecta la circulación en calles, avenidas y carreteras.

En autopistas y carreteras, grandes camiones cargados provocan taponamientos y nadie obliga a sus conductores a utilizar el carril derecho, que les está reservado. La cosa se agrava cuando dos o tres de estos aparatos coinciden y se aparean en carreteras.

En plena ciudad hay vías en las cuales está prohibido el estacionamiento, pero ninguna autoridad hace valer esa prohibición. El resultado es una disminución dramática de la amplitud efectiva de esas vías, en perjuicio de la fluidez de circulación y, por tanto, del rendimiento de los vehículos. Ese es el caso de las avenidas Duarte, Mella y 30 de Marzo, así como la calle José Martí, para citar unos pocos ejemplos.

En carreteras, algunas estaciones de peaje son causantes de un dispendio incalculable de combustibles, y por tanto de dinero. Para comprobarlo, bastaría observar las hileras de vehículos marchando a paso de tortuga para cruzar por la estación de peaje de la autopista Las Américas en días no laborables, cuando el flujo de bañistas aumenta considerablemente.

Antes que asediar conductores por asuntos tan desnaturalizados e inútiles como la «Revista», los planificadores del tránsito deberían ocuparse de estos aspectos que, sin duda, le suman bastante dinero a la cada vez más cuantiosa factura petrolera del país.

Todo un éxito

La Octava Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2005, dedicada a la escritora Aída Cartagena Portalatín y que ha tenido como país invitado a Italia, ha sido todo un éxito en participación de empresas editoriales, asistencia del público, y ventas.

Aunque fue oficialmente clausurada anoche, continuará todo el día de hoy para dar oportunidad al público de aprovechar el día de asueto para un baño de cultura.

Los organizadores de esta versión de la Feria del Libro se han anotado un éxito en orden y limpieza, así como exactitud en las agendas de actividades, que generalmente se desarrollaron en los lugares y las horas estipuladas.

El respaldo del público, con su presencia, es el mejor indicador de que el pueblo dominicano aprecia estas muestras y les saca gran provecho.

Vayan, pues, nuestras congratulaciones para los organizadores de esta versión de la Feria del Libro y al público que ha sabido valorar su importancia.

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