Cap-Haitien, una ciudad sacudida por catástrofes

Cap-Haitien, una ciudad sacudida por catástrofes

Haitian Prime Minister Ariel Henry leans over a man burned when a gasoline truck overturned and exploded, at the Justinien University Hospital in Cap-Hatien, Haiti, Tuesday, Dec. 14, 2021. The explosion engulfed cars and homes in flames, killing more than 50 people and injuring dozens of others. (AP Photo/Joseph Odelyn)

Falta cuerpo bomberos, falta de combustible, ríos contaminados, servicio deficiente de recogida de basura son algunos problemas

Cap-Haitien, una tradicional ciudad turística en el norte de Haití, languidece por la profunda crisis que afecta al país y por el abandono de las autoridades, que ha dejado la urbe a merced de cualquier catástrofe.

La secular falta de inversiones ha llevado a la segunda ciudad más poblada de Haití a convertirse en una de las urbes peor preparadas para cualquier tipo de catástrofes, desde terremotos, a deslizamientos de tierra o incendios.
El ejemplo más reciente, que dejó de manifiesto la vulnerabilidad de la ciudad a cualquier imprevisto, fue la explosión de camión cisterna la semana pasada, que causó 90 muertos y decenas de heridos.

ACCIDENTE DERIVADO DE LA CRISIS
El accidente fue resultado de la desesperación de la población por la crisis de desabastecimiento de combustible que vive el país, circunstancia que llevó a un centenar de ciudadanos a abalanzarse a robar el carburante de la cisterna del camión, después de que hubiera volcado en una curva.

El fuego que causó la catástrofe, aparentemente, se desató cuando el combustible se vertió a una cañada donde había basura ardiendo, según testimonios recogidos por la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH).
Sin unos servicios de recogida eficientes, la basura es omnipresente en las calles de Cap-Haitien y contamina sus ríos, cañadas y la costa, a pocos kilómetros de unas playas paradisíacas que ahora están huérfanas de turistas.

CUERPOS DE RESCATE SIN RECURSOS
El siniestro también desnudó la precariedad con la que trabajan los organismos de rescate de la ciudad, en especial la cuerpo de bomberos, que solo tiene diez años de existencia y cuenta con un pequeño grupo de trabajadores que, en la práctica son voluntarios, puesto que no perciben el salario que deberían.

“Durante los últimos cinco años hemos estado trabajando sin recibir ningún salario. No tenemos equipo. Sólo tenemos un vehículo que no ha estado de servicio desde más de diez meses. Estamos trabajando con las uñas”, se queja el jefe de operaciones del cuerpo de bomberos de Cap-Haitien, Mackenson Azémar.

A pesar de la falta de recursos, Azémar no se desanima y celebra que 5 bomberos consiguieron apagar el fuego y salvar varias personas que estaban atrapada en sus casas.

Un accidente como el de la semana pasada podría repetirse fácilmente a consecuencia de la crisis de combustible que arrastra el país desde octubre. Debido a esta situación, muchas personas están comprando gasolina cuando está disponible para almacenarla en casa, sea debajo de la cama o en la cocina, en cualquier caso, en espacios que están expuestos a un accidente, según alertan.

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