Capacidad de competir de los arroceros de RD en proceso de extinción

Capacidad de competir de los arroceros de RD en proceso de extinción

En virtud del tratado de libre comercio DR-CAFTA, el mercado dominicano está cada año más abierto, por reducción de aranceles, a la competencia del arroz que principalmente provendría de Estados Unidos, una potencia muy dada a apoyar a sus productores del cereal con permanentes subsidios directos y trabas aduanales que sitúan en total desventaja un renglón fundamental del agro del país que genera autosuficiencia alimentaria para el plato nacional y se extiende por provincias generando empleos.

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En cambio los cosecheros y procesadores locales del grano están sometidos a presiones de costos internos y externos a través de insumos que no afectan a sus iguales de Norteamérica y el respaldo oficial, con ocasionales exenciones y auxilios económicos, no son para potenciar la producción de los arroceros dominicanos sino para salvarlos de la ruina. Como sardinas parecerían condenados a ser tragados por un tiburón.

La iniquidad en la relación de producción e intercambios de comercio entre el pez grande y los pequeños del ámbito centroamericano y del Caribe es tolerada, evidentemente, por cláusulas que dan licencias a interpretaciones e imposiciones unilaterales en perjuicio de los débiles que deben sentirse obligados a defenderse como gato boca arriba reclamando, en contextos bilaterales y de tú a tú con el ente de poder hemisférico, un tratamiento equitativo. Incluso la Organización Mundial de Comercio fue creada, y existe, para salvar de la discriminación y el ventajismo a las economías menos desarrolladas.