Capacidad mental es clave para dirigir en GL; así lo reconoce Felipe Alou

Capacidad mental es clave para dirigir en GL; así lo reconoce Felipe Alou

El flamante dirigente de los Gigantes de San Francisco, Felipe Alou, casi un septuagenario, ha sido uno de los mejores valores proveniente de América Latina y su nombre puede colocarse junto a los latinos que nos honran en el Salón de la Fama.

Felipe no es el primer latino en dirigir en las mayores, pero hizo historia en 1992 cuando se convirtió en el primer latino de color en ocupar ese cargo cuando se le nombró dirigente interino de los Expos de Montreal. Ello abrió puertas a otros latinos de color que constituyen la mayoría de los jugadores latinos en las Grandes Ligas.

El éxito logrado por Alou en sus 12 años como mentor, su vasto conocimiento del béisbol, el respeto que infunde en sus jugadores y colegas, han demostrado que los latinos cuentan con el talento y conocimiento para dirigir el béisbol grande. Alou es en gran medida la razón por la que hoy hay cuatro dirigentes latinos en las mayores, tres de ellos de color.

El 12 de mayo, Don Felipe cumple 69 años y el 22 de mayo es el duodécimo aniversario de su primer nombramiento como

dirigente. Ese día en 1992, los Expos despidieron a Tom Runnells y nombraron a Alou como su sustituto interino. Ello convirtió a Alou en el primer dominicano en dirigir en las mayores, pero su designación sólo le garantizaba terminar esa temporada. Sólo su actuación al lograr récord de 70 55 y terminar en segundo lugar le valió mantener su cargo.

Alou siempre ha lamentado que tuvo que esperar hasta los 57 años de edad y doce años como dirigente en las menores para recibir una oportunidad. Inclusive su carrera como dirigente en las menores fue poco usual. Tras dirigir a nivel del Triple A con éxito, Alou fue «bajado» a nivel del Clase A donde dirigió durante varios años hasta que fue nombrado coach del equipo grande en 1992, lo que dió paso a asumir el mando de los Expos varias semanas mas tarde.

El mentor de los Gigantes nunca ha tenido reservas en apuntar como el color de la piel y la herencia latina han sido obstáculos para él y muchos otros triunfar en el béisbol. Y de eso Don Felipe puede hablar ya que ha estado ligado al béisbol norteamericano durante casi cinco décadas.

La carrera de Alou comenzó en los años cincuenta. Formó parte de el primer puñado de jugadores de color provenientes de America Latina. Fue firmado en 1956 por los Gigantes, entonces de Nueva York, y ya en 1958 integró el equipo original de los Gigantes de San Francisco junto a los puertorriqueños Orlando Cepeda y Ruben Gómez.

Ese primer grupo de latinos de color que llegó a Estados Unidos en la década del cincuenta «pasó las de Caín», al enfrentarse a problemas culturales y la barrera del idioma, pero sobre todo, al rampante discrimen racial. Durante más de una ocasión, Alou nos ha relatado sus experiencias de entonces.

El típico jugador blanco estadounidense firma tras cuatro años de universidad y el camino a las mayores es mucho mas fácil. Para Alou, y los latinos de color de aquella época, era un camino difícil y duro. Pero ello edificó en Alou el carácter del hombre que hoy todos admiran y respetan.

El camino para convertirse en dirigente es también mucho mas difícil para el latino.

Según Alou, para convertirse en un dirigente latino, lo primero que hay que hacer es probar que uno tiene la capacidad mental. «Los americanos no tienen que probar eso porque el mundo conoce la fortaleza de los Estados Unidos y la excelencia de la educación en este país», añade.

«Nosotros venimos de países que no están tan desarrollados como este país. La mayoría de los jugadores latinos en las Grandes Ligas en el presente no ha estado en una universidad. Ni siquiera han tenido esa oportunidad. Nosotros tenemos que jugar pelota para ganarnos la vida y en eso empezamos temprano.

Un año después de Alou convertirse en dirigente de los Expos de Montreal, el cubano de color Tany Pérez se convirtió de dirigente del Cincinnati, cargo del que fue despedido tras 44 juegos, lo que siempre he considerado una de las mas grandes injusticias jamás cometidas en este deporte. Pérez tuvo la oportunidad de dirigir luego interinamente a los Marlins de Florida.

Pero en el nuevo milenio, hay una nueva tendencia. El dominicano Luis Pujols dirigió a los Tigres de Detroit en 2002. Ese mismo año, el también dominicano Tony Peña se convirtió en mentor de los Reales de Kansas City y el cubano Carlos Tosca en dirigente de los Azulejos de Toronto, posiciones que aún ocupan. Al mismo tiempo, Alou se dio el lujo de rechazar ofertas para dirigir a los Dodgers y a los Medias Rojas y finalmente aceptó regresar a San Francisco. Y este año, el venezolano Osvaldo Guillén es el nuevo dirigente de los Medias Blancas de Chicago.

Sin duda, la imágen del latino esta cambiando. Y se ha empezado a reconocer sus conocimientos del béisbol y capacidad de dirigir. Casi todos los equipos tienen ahora coaches latinos. Hay una gran cantidad de latinos dirigiendo en las menores.

Y todo gracias a Don Felipe. El éxito demostrado en Montreal y reafirmado ahora en San Francisco, ha permitido abrir las puertas a una nueva generación de latinos con nuevas oprtunidades de dirigir.

Tony Peña, a quien considero el Felipe Alou del futuro, es muy elocuente en reconocer su legado. «Felipe Alou abrió las puertas para nosotros. Es una gran persona y ha demostrado que puede dirigir a este nivel. Nosotros, como dirigentes y como latinos, tenemos un gran respeto por Felipe Alou por lo que ha hecho en este deporte y por la calidad de hombre que es».

Guillén también respeta a Alou pero no por ser latino, sino por sus conocimientos del deporte. Guillén ha señalado que los actuales dirigentes latinos no son contratados por ser latinos o hablar español, sino porque «sabemos lo que hacemos».

Para Alou, es una gran responsabilidad el ser un dirigente latino precisamente porque no hay muchos. Fiel a su pasado, Alou es honesto al señalar que al dirigente latino se le escrutiniza más y no vacila en señalar los problemas que ha tenido con la prensa anglosajona.

Felipe tiene palabras con sabiduría para los que siguen sus pasos. «Cuiden su persona y no se metan en problemas. Aspiren a ganar y convertirse en dirigentes en el béisbol u otros deportes».

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