República Dominicana es el único país de América que cuenta con un templo que tiene representaciones pétreas astrológicas, las cuales están en la capilla del Rosario de El Convento de los Domínicos, en Santo Domingo, pero también su portada es especial al tener símbolos románicos.

Ello se debió, posiblemente, al maridaje existente entre la convicción fatalista de la fe católica, y el continuo roce de España con el mundo islámico, factor que contribuyó a su crecimiento en América, y por esa influencia se pusieran dichas figuras planetarias en un templo del Nuevo Mundo construido sobre tradición, dogma y revelación.

[b]Portada de la Capilla Rosariana[/b]

Igualmente, la portada de la Capilla Rosariana tiene una estructura con imágenes románicas, únicas en América. Obedeciendo a un fehaciente esquema dogmático, donde se pueden apreciar en las hornacinas de sus marcos a San Pedro y San Pablo; sobre ellos, los torsos de los santos de la orden de Santo Tomás y San Pedro Mártir.

Más arriba, en un círculo en bajorrelieve, un poco desgastado por el tiempo, están los bustos de Santa Catalina de Siena y Santa Inés, y situados entre los triángulos del arco las virtudes que nos acercan a Dios, la fe y la esperanza.

Estos emblemas se apoyan en un par de seres mitológicos, que representan la acción desconcertante del mundo, sojuzgado por la carga del edificio cristiano, en el centro del alto. Encerrado en un marco está la imagen de Santo Domingo tomando el rosario de las manos de la Virgen, quien sobre su cabeza tiene la corona de doce estrellas, varios angelitos y debajo de sus pies las figuras del sol y la luna.

Asimismo, entre el conjunto de molduras saledizas hay una guirnalda de rosarios, que constituye la resonancia tardía en el adorno plateresco. Por igual, hay una cabeza de enormes eslabones que encierra el altorrelieve de esta imagen.

También, interiormente se ve la curva cerrada oblonga y el arco de ingreso que vuelve a utilizarse en estudiada proporción como remate en los cuatro arcos que aguantan la cúpula, hasta la hoja de acanto en la clave de la curva que se halla en el arco de entrada y en el toral del ábside de los marcos del atrio, que es donde se observan a San Pablo y Santa Catalina. Son figuras que portan sables, lirios, cimbara cornuda o báculo en función de caduceos extendiendo pulgar o índice a lo largo del asta, como igualmente en el techo lo tienen Júpiter, Saturno y Mercurio.

Ésta es la única iglesia con capillas que, independientemente de la entrada, se comunican entre sí por un pasadizo interno.

Estas importantísimas decoraciones fueron admiradas por el arquitecto español Vásquez Torné, nuestro huésped en 1926, quien rindió un serio y acucioso estudio de ella y dijo que éstas no se habían repetido en ninguna otra nación del Nuevo Mundo. Choque que aquí produjo el visible cambio estructural antes de 1535.

El oratorio fue construido por la familia Campuzano Polanco, uno de cuyos miembros fue Prior de El Convento, y fundador de las dominicas de Regina Angelorum, y está considerado como una de las obras de mayor valor artístico, por lo cual los extranjeros visitantes del templo dicen que es una de las más importantes en su género, no sólo aquí sino en el mundo.

Símbolos de expresividad románica nuestra, que creó el alma formal que estableció el fundador de la hermandad del Rosario, Alan de la Rocha, a quien se debe el apoyo de esta adoración en particular.