POR GERMAN MARTE
Cuando el 20 de agosto del 2005 el presidente Leonel Fernández se presentó al barrio Capotillo y encabezó allí el acto para anunciar el inicio del Plan de Seguridad Democrática y el programa Barrio Seguro, los moradores del sector sintieron renacer sus esperanzas.
Todos, sin distingo de banderías políticas, aplaudieron al escuchar el rosario de promesas hechas por el mandatario.
¡Por fin!, pensaron en Capotillo, un presidente se acuerda de nosotros.
Entonces, todas las organizaciones del barrio aglutinadas en el Consejo para el Desarrollo de Capotillo (Condeca) se pusieron de acuerdo para presentar a las autoridades un pliego de demandas, las mismas que han costado la vida a tantos jóvenes del históricamente combativo barrio.
Pero a dos años de haber iniciado Barrio Seguro, Capotillo sigue esperando que el gobierno cumpla las promesas. Ayer los dirigentes barriales advirtieron que están dispuestos a volver a las protestas callejeras para hacer escuchar sus reclamos.
LAS DEMANDAS
Los principales reclamos del barrio y que el gobierno se comprometió a cumplir son:
-Patrullaje policial y construcción de destacamentos para controlar la delincuencia.
-Terminación de tres escuelas.
-Terminación, equipamiento y entrega de la escuela laboral.
-Construcción de instalaciones deportivas, de sistema de drenaje sanitario, cloacas.
-Solución al problema de los apagones, suministro de por lo menos 18 horas de energía.
-Servicio de agua potable..
-Oportunidad de empleos para los jóvenes del barrio.
Sin respuestas
Con excepción del patrullaje, ninguna de las promesas que hizo el gobierno tras el inicio del Plan Barrio Seguro, se ha cumplido. Algunas obras están a medio terminar, la mayoría sencillamente quedó en el olvido.