El jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel Castro Castillo, se presentó ayer en el barrio Capotillo, del Distrito Nacional, con paneles solares para iniciar un programa de prevención de la violencia y la criminalidad en ese sector.

De la visita, sin embargo, Castro Castillo salió escaldado: las organizaciones comunitarias deploraron que no ha cumplido con una de las exigencias fundamentales que le han hecho, que es cambiar a todos los miembros de la dotación policial de la barriada, a la que acusan de ser “empleados de los distribuidores y vendedores de drogas”.

Con una actitud valiente, Arístides Arroyo, presidente de la Fundación Escoba, negó que se haya incrementado el patrullaje en el sector, como dijo el jefe de la Policía, y aseguró que los agentes que estaban en la actividad son los mismos que cuidan los puntos de droga en la zona.

En respuesta Castro Castillo dijo que todo era un proceso y que primero resuelven el problema de energía eléctrica.

Entrega. En un encuentro en el local de la Fundación Escoba, el general Castro Castillo manifestó que como uno de los factores que generan violencia y delincuencia en Capotillo es la falta de energía eléctrica, contactó a Thelma Eusebio, directora de la UERS, quien se presentó con paneles solares y lámparas para ser colocadas en los puntos más vulnerables del lugar.