Capotillo pide al gobierno
que cumpla sus promesas

Capotillo pide al gobierno<BR>que cumpla sus promesas

POR GERMAN MARTE
Agobiados por los apagones, la escasez de agua, la delincuencia, el alto costo de la vida y la falta de respuestas oficiales a viejas demandas, el barrio Capotillo decidió salir  a las calles desde esta tarde, dando inicio a un plan de lucha que incluye diversas acciones.

La  protesta de esta tarde consiste en una  caminata pacífica por las estrechas calles de la populosa barriada, donde hace dos años las autoridades dieron inicio al Programa de Seguridad Democrática y al Plan Barrio Seguro con un  acto encabezado por el presidente Leonel Fernández.

Así lo anunciaron ayer 21 organizaciones que integran el Consejo para el Desarrollo de Capotillo (Condeca) durante una rueda de prensa en la que participaron decenas de dirigentes comunitarios y amas de casas.

Israel Ramírez, vocero del Condeca, explicó que con la caminata de esta tarde se inicia un plan de lucha que incluye caceroleos, asambleas por cuadras, piquetes, movilizaciones callejeras, visitas a las oficinas que tienen que ver con sus demandas y “acciones de todo tipo”, con la finalidad de  llamar la atención de las autoridades  para que con urgencia acudan en auxilio del barrio.

Dijo que a partir de hoy   estarán en vigilia permanente. Junto a Ramírez estaban los dirigentes Luis Javier, Abel Rojas, Danilo de la Cruz, Dulce María Ferrerias, Elena Cuevas, entre otros.

Ramírez adujo que el estado de abandono en que se encuentra el barrio no se corresponde con el apoyo que le han brindado sus residentes a las  iniciativas del gobierno y del propio presidente de la República. Sostuvo que  los compromisos del gobierno con la comunidad se han quedado en promesas.

El olvido histórico en que los gobiernos han tenido a Capotillo, según Ramírez, se manifiesta en el hacinamiento (el barrio tiene la mayor densidad poblacional del país, con más de 80 mil personas viviendo en un kilómetro cuadrado), la pobreza, el desempleo, falta de áreas recreativas, falta de aulas, apagones, falta de drenaje pluvial, deterioro de los servicios de salud y otras calamidades que afectan al sector.

 Además, destacó el problema de la violencia  la delincuencia barrial y policial, “a pesar del Plan Barrio Seguro”. Indicó que al principio el programa tuvo un impacto positivo en cuanto a reducir la violencia y la delincuencia, “pero un programa como ese no se puede sustentar únicamente sobre la base del patrullaje policial. La delincuencia se controla resolviendo los problemas que la crean”, como la pobreza y el desempleo.

Añadió que en los últimos tiempos ha habido un brote de violencia preocupante,  atracos, heridos de bala, muertes y la complicidad de agentes policiales con el narcotráfico, que al principio de Barrio Seguro parecían un poco controlado.

Indicó que hace tres años se dio inicio a la construcción de tres destacamentos en el sector pero todavía no los han concluido.

Todavía no entra en funcionamiento la escuela laboral, una demanda de hace más de diez años.

¿Y LAS HARTLEY DAVIDSON?: ¡UUUUHH!

 Cuando los periodistas de Hoy preguntaron por el patrullaje en las modernas y costosas motocicletas Hartley Davidson, los dirigentes comunitarios y las amas de casa presente en la rueda de prensa respondieron a coro: “¡Uuuuuhh! ¡Eso hace siglos que las sacaron de  aquí!”.

Explicaron que en Capotillo no se ve ni de visita una  Hartley, y que estas fueron sustituidas por otras unidades más sencillas, “porque nunca fueron los motores que debieron mandar a Capotillo, un barrio con tanta pobreza”.

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