El sacerdote de la iglesia Santa Clara de Asís del sector Capotillo, Wilfredo Montaño, denunció que pese a la existencia del programa  Barrio Seguro y de la puesta en marcha del Plan de Seguridad Nacional esa barrida y el ensanche Luperón son víctimas de la delincuencia, la drogadicción y el pandillismo.

“En las escuelas hay bandas y se arman unos pleitos grandísimos porque los centros carecen de seguridad. Además, los jóvenes siguen consumiendo drogas y alejándose de los valores morales y cristianos”, afirmó.

En rueda de prensa en la Casa de la Juventud Colonial, ubicada en Ciudad Colonial, criticó que en cinco años el jefe de la Policía no ha puesto un pie en uno de los barrios “que más intervención necesita”.