Caprichos adolescentes

Caprichos adolescentes

EFE. Reportajes. Decorar una habitación infantil es fácil, pero cuando llega la pubertad, los adolescentes quieren establecer un rasgo diferencial y definir un espacio propio para el estudio y para el descanso.

Lo que para los padres puede ser un capricho, para ellos se convierte en un elemento vital de la decoración. Ceder a sus deseos no significa claudicar, sino empezar a tener más en cuenta las opiniones de una persona que, antes de nos demos cuenta, será un adulto.

La habitación de un adolescente se convierte en su santuario,  en el lugar donde dan rienda suelta a sus aficiones, pero no olvide que hay que establecer un espacio sólido para el estudio.

Es bueno abrir la puerta a todo aquello que le haga sentirse cómodo y que exprese sus gustos y aficiones, porque le permitirá consolidar un lugar en el que compartir confidencias con los amigos, le hará sentirse más feliz y en él podrá recluirse, sin aislarse.

Gillem Campos, director comercial de Carré Muebles y gran conocedor del mueble juvenil afirma que una habitación de estas características “debe planificarse como una inversión a largo plazo y deberá adaptarse a las distintas necesidades que se presenten en cada fase vital de quien la habite”.

El profesional planifica una zona de descanso con una cama de dimensiones netas de entre 90 y 120 centímetros de ancho por 200 de largo, además de una cama extra, “muy útil para recibir visitas de amigos o familiares”.

Un buen armario es fundamental, pues el niño o niña deberá disponer de la capacidad de un adulto llegados los 12 o 13 años de edad.

El más puro estilo americano se cuela por la televisión a través de las series para adolescentes, y no es de extrañar que más de uno se sienta atraído por colores, formas y diseños que le parecen más cercanos que muchas propuestas de la tienda de al lado.

Para los más jóvenes, la tendencia más actual pasa por un estilo desenfadado en la concepción, según los expertos interioristas de la firma El Corte Inglés.

Estilo “teen”.  El estilo de vida informal, sin preocupaciones, que evoca la costa oeste americana con leyendas populares y viviendo el deporte al aire libre, con “skates”, patines y tablas de “surf”, cala hondo entre los jóvenes de cualquier parte del mundo.

“Los colores fuertes, cálidos y luminosos, los estampados y rayas así como  las ilustraciones de carácter deportivo, evocan el mundo de libertad al que quieren imitar y dar continuidad en primera persona como si vivieran en un campus americano”, comentan los interioristas de El Corte Inglés.  Por ello, proponen una habitación inspirada en esa estética que infunda una buena dosis de optimismo gracias a colores intensos como el azul marino y collages en rojo y verde.

Reminiscencias marineras de los días de ocio frente al mar también se instalan en una habitación en la que la luz se cuela a raudales.

“Acostumbramos a movernos en espacios reducidos de entre 7 y 12 metros cuadrados, con lo cual conviene elegir tonos suaves de madera (roble, haya, arce…) combinado con colores más neutros o más alegres en función del gusto de padres e hijos”, aconseja Campos.

La firma Carré apuesta por los entornos de calidad y confort en madera maciza donde el espacio se moldea según el gusto de quien lo habita.

Si la ciencia tiene un valor predominante en el conocimiento y en las aficiones, nada como dejar huecos que permitan su estudio y análisis.

Ocio y estudio.  Una mesa de estudio con espacio para la computadora y los apuntes es esencial, así como repisas y estanterías donde poder colocar la lectura de cabecera y los libros necesarios para cada asignatura.

“Una buena silla, con una buena ergonomía, tampoco debe faltar, y la estancia tiene que estar bien iluminada, con piezas de soporte en la zona de trabajo.

El cortinaje también debe contribuir al uso eficaz de la luz natural”, señala con acierto Guillem Campos.

En un espacio reducido será bueno que la mesa se adapte en forma y dimensiones al contorno  de la habitación, “enlazando la zona de descanso con el armario”,  indica el director comercial de Carré.

“La zona de ocio como tal, separada del resto, estará reservada a las habitaciones con más espacio; convendrá que incorpore una butaca original, o puff, una mesita de soporte y algún mueble contenedor”, agrega el experto.

Si la flexibilidad, el ejercicio físico y la puesta en forma es una característica en el día a día de su hijo o hija, nada mejor que habilitar un espacio para que pueda desarrollar los beneficios que reporta.

 Hay que dejar libertad para colocar a sus ídolos sobre la tarima, y donde poder proyectar su anatomía para realizar ejercicio.  

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Estilo americano

El más puro estilo americano se cuela a través de multitud de series para adolescentes, y no es de extrañar que más de uno se sienta atraído por sus colores formas y diseños.

Calidad y confort

La firma Carré apuesta por los entornos de calidad y confort en madera maciza donde el espacio se moldea según el gusto de quien lo habita. “Un buen armario es fundamental, pues el niño o niña deberá disponer de la capacidad de un adulto llegados los 12 ó 13 años de edad”, aconseja Guillén Campos, su director comercial.

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