Berlín. El dos veces candidato a la Presidencia de Venezuela Henrique Capriles advierte en una entrevista que publica hoy el semanario Der Spiegel que “el país es una bomba que puede explotar en cualquier momento». “La crisis en los últimos dos años se ha agudizado, el país está destrozado y agonizando”, afirma el líder opositor venezolano, quien señala que “en las próximas semanas la situación de desabastecimiento empeorará aún más, porque a las empresas se les acaban las existencias».
En declaraciones al semanario, Capriles explica la escalada de la crisis en su país y el papel decisivo del ejército, que “debe decidirse ahora a favor de la Constitución o de (el presidente, Nicolás) Maduro». “No queremos un golpe, se trata de otra cosa. Maduro declaró por decreto el estado de excepción, lo que atenta contra la Constitución. Su decisión fue rechazada por el parlamento”, explica Capriles, que agrega que por lo tanto como venezolano no está obligado a cumplirlo.
Si la gente no sigue la orden de Maduro, el presidente “enviará a las fuerzas armadas a luchar contra el pueblo” y es ahí cuando el ejército deberá tomar una decisión, agrega. Según Capriles, es “imposible” dialogar con la cúpula del gobierno, que “no habla ni siquiera con sus propias bases». “El que piensa diferente a ellos aterriza en prisión”, advierte el líder opositor, quien afirma que “el núcleo del gobierno está formado por ocho o nueve personas que han saqueado Venezuela».
Por otra parte, Capriles dice que no existe ningún motivo legal o técnico por el cual el referéndum para revocar el mandato del presidente no pudiera tener lugar en 2016. “Los plebiscitos están contemplados en la Constitución y esta votación sería la única salida de la crisis”, indica el líder opositor, quien subraya que “un golpe o un levantamiento sería lo peor que podría pasar».