Cápsulas genealógicas. Algunos vecinos de Santo Domingo en 1794

Cápsulas genealógicas. Algunos vecinos de Santo Domingo en 1794

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Finalmente, la nómina la rematan los nombrados: Juan de Frómeta, hijo de José Antonio de Frómesta Balmaseda y Bernardina Núñez de Cáceres. Casado con Francisca Arroyo, probable hija de Laureano Arroyo y Antonia de Quevedo.

Joseph del Monte, doctor, hijo de Antonio del Monte y Heredia y Antonia Páez Maldonado. Emigró a Puerto Rico, donde tomó por esposa a Josefa Torralbo, hija de Francisco Torralbo y Robles y Teresa Valenciano y Pimentel.

Joseph María Ramírez, doctor, hijo de José Jacinto Ramírez y de Isabel Franco Guridi. Marido de Antonia María Quevedo y Villegas, hija, al parecer, del secretario de cámara Juan Francisco de Quevedo y Villegas, natural de Coro, Venezuela.

Agustín de Betancourt, hijo de Nicolás Betancourt y María Molina Zerrudo.

Antonio Rodríguez, barquero de la ría de Santo Domingo.

Francisco Soler, natural de Sitges, hijo de Manuel Soler y Teresa Puigventos. Propietario de una balandra y esposo de María Urgelles.

Antonio Subervie, comerciante de cueros.

Gregoria Aguirre, hija de Juan Buenaventura de Aguirre y de Francisca Javier López del Pulgar. Viuda del coronel Felipe de Heredia, natural de Zaragoza.

Carlos Nicolás Nicolle, súbdito francés, natural de Rouen, cirujano del batallón fijo y médico de pobres de San Andrés.

Antonio Rodríguez, “retirado de las milicias”.

Manuel María Caro, “distinguido de milicias”, hijo de Francisco Pérez Caro y Fernández de Oviedo y María Manuela Fernández de Lara. No adquirió estado.

Joseph Aponte, “distinguido de milicias”, hijo de Jaime Aponte y Rosa de Hinojosa. Casado con su sobrina Francisca Velilla, hija de Juan Francisco Velilla y Francisca Javier Aponte.

Joaquín Castro “distinguido de milicias”, hijo de Lorenzo Fernández de Castro Meléndez Bazán y María de Belén Pérez Caro. Desposado con Vicenta Saviñón, hija de Gregorio Saviñón y Micaela de Tapia.

Antonio Mañón, criollo, capitán retirado, hijo de Antonio Mañón y Angelina de Lara. Su mujer, Teresa de Mieses Ponce de León, era hija de Francisco de Mieses Ponce de León y Francisca Pérez Caro.

Antes de concluir, es preciso alertar sobre las posibles discrepancias entre algunos nombres y apellidos del listado y sus formas tanto antiguas como actuales. Esto se debe a que se ha respetado la grafía original, consignando cada cual en la misma manera en que aparece registrado en la publicación original del año 1794.

Como colofón, hay que advertir que muchas de las familias contenidas en este estudio abandonaron el solar dominicano en las postrimerías del siglo XVIII a raíz, como ya se ha dicho, de la cesión de la parte oriental de la isla a Francia. En la mayoría de los casos, sus pérdidas económicas fueron catastróficas y trataron de compensarlas solicitando puestos de administración o plazas militares en sus respectivos lugares de acogida. Los destinos predilectos de este “éxodo” filohispano fueron Cuba y Puerto Rico, en el archipiélago antillano, y Venezuela, en el territorio continental, lugares todos en donde nuestros protagonistas continuaron llevando a cabo las mismas prácticas endogámicas de antaño.

Y aunque hubo quienes regresaron de ese amargo destierro, otros, en cambio, no tuvieron más remedio que resignarse a vivir el resto de sus días en el exilio hasta que, llegado el momento, entregaran sus cuerpos a las entrañas de una tierra distinta a las que los vio nacer. Son los damnificados de Basilea.

Fuente: Mercurio histórico y político de España. Madrid, Julio 1794

Instituto Dominicano de Genealogía

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