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José Batlle Filbá, a diferencia de su hermano, llegó al país cuando apenas era un imberbe a trabajar como dependiente con su paisano Gaspar Pou en su casa de comercio de Santiago, dedicada a la compra y venta de frutos al por mayor y al detalle, establecida desde antes de la guerra de la Restauración. Posiblemente arribó en 1855, cuando tenía once años de edad. En efecto, Tulio M. Cestero en su relato Por el Cibao en 1900 dice que la José Batlle y Co. se estableció en ese año. Si no se trata de un error de imprenta ni el dato es errado, esta fecha puede corresponder al año en que Batlle se estableció aquí, pero nunca el de la fundación de su casa comercial, pues había nacido el 1 de mayo de 1844.
En 1866, Pou y Batlle se unieron en una sociedad mercantil bajo la razón social Gaspar Pou y Cía.. Aunque en 1871 revalidaron dicha sociedad por cuatro años más, Batlle se separó de Pou en 1873 y junto a Manuel Peña y su hermano Manuel quien al parecer no permaneció en el país – constituyó la José Batlle y Cía. En 1875 compró el edificio donde estableció su negocio, en la calle Del Sol No.15 esquina Comercio (hoy España), un espacioso inmueble de mampostería con un almacén en el patio para depósito de frutos y tabaco.
Con el tiempo, Batlle superó a su antiguo socio Gaspar Pou. En 1889 le compró dos almacenes que tenía en la zona de la plaza del Mercado; en 1891 compró a su cuñado Augusto Espaillat una estancia en la sabana de Santa Ana y en 1893 compró a Rosa Taquineti Vda. Chupany y a sus hijos José y Julián Chupany, el edificio de su comercio en la calle Del Sol.
Batlle ejerció activamente y en gran escala el comercio importador-exportador, llegando a establecer contactos a nivel local con la mayor parte de negocios al por mayor y en el orden internacional con dieciséis casas comerciales repartidas en Belfast, Manchester, Nueva York, Birmingham, Barcelona y París.
El 9 de septiembre de 1883 su casa comercial fue presa de un incendio. A la voz de fuego, la población en masa acudió al lugar del siniestro y aunque luchó en vano por detener el fuego pudo salvar parte de sus mercancías. Aunque atribulado por las adversidades del destino, supo corresponder al apoyo que le dio el pueblo santiagués en aquellos momentos y a instancias de su cuñado Augusto Espaillat, donó la verja metálica que circunda al actual parque Duarte, entonces en construcción, y que importó desde Inglaterra.
José Batlle murió en Santiago el 26 de julio de 1899, el mismo día en que fue asesinado en Moca el presidente Ulises Heureaux. Se asevera que Batlle recibió un mensaje telegráfico de Heureaux que decía Voy para esa. Allá nos veremos y que por lo bajo se comentaba que Heureaux conocía de antemano la resistencia de Batlle de servirle como prestamista y que éste, entendiendo erróneamente el mensaje como el aviso de alguna represalia de su parte cuando llegara a la ciudad, se suicidó. Sin embargo, a más de que en su acta de defunción no figura la causa de su muerte, Heureaux fue asesinado en Moca en horas de la tarde y Batlle murió a las once de la noche.
Casó en Santiago el 13 de abril de 1872 con María Dolores Espaillat Espaillat, hija de Ulises Francisco Espaillat, quien fuera Presidente de la República y de Eloísa Espaillat Quiñones. Sus hijos fueron Jaime José, María Asunción, Manuel Francisco, María Dolores, Cosme Antonio, Rafael, Juan Francisco, Rosa Mercedes, Augusto, María del Carmen y Ana Mercedes, quienes dieron origen a las familias Batlle-Vega, Vega-Batlle, Batlle-Viñas, Batlle-Julia, Batlle-Morell, Tavares-Batlle, Batlle-Nicolás, Cocco-Batlle y Alvarez-Batlle.