Cápsulas genealógicas. Migración francesa a la Sierra

Cápsulas genealógicas. Migración francesa a la Sierra

Con este título, Juan Francisco Bisonó y Haliday Saturria Vargas dieron a la luz en este año su investigación sobre los orígenes familiares serranos. El volumen comprende seis temas: la migración francesa a la sierra (1791-1804), la esclavitud en esa zona, los fundadores de sus comunidades, apellidos y grupos familiares entre 1700 y 1810, el cuarto proceso migratorio y la migración con posterioridad a la refundación de San José de las Matas. En el primero de los capítulos abordan los antecedentes de ese movimiento poblacional, los hechos que lo motivaron, sus integrantes, el trasvase poblacional durante la revolución en Saint Domingue y la llegada de los apellidos Bisonó, Salcé y Goris. En el capítulo de la migración francesa, listan los apellidos foráneos y sus representantes, mientras que en los subsiguientes hacen lo propio con los esclavos y sus dueños y los troncos familiares fundamentales de esa región montañosa. Este libro parte de la tesis de que la revolución de los esclavos en Saint Domingue y el proceso independentista de Haití (1791-1804) fueron los hechos detonantes de la presencia de apellidos foráneos en la jurisdicción de San José de las Matas, siendo su aislamiento la razón que atrajo a los inmigrantes que huían, aunque no todos -como contrariamente sugiere el título de la obra -, tenían apellidos de ascendencia francesa. Para ello, los autores se apoyan en la tradición oral que establece que los apellidos Bisonó, Salcé y Goris pertenecían a colonos franceses que pasaron a la parte este de la isla a raíz de esos acontecimientos, dando por sentado que lo mismo sucedió con los representantes de otros apellidos no hispanos presentes en San José de las Matas.

Tal generalización no nos parece del todo ajustada, máxime cuando Bisonó y Saturria reconocen que las fuentes documentales serranas son precarias y que, en este sentido, los registros eclesiásticos de bautismo y defunción inician en 1814 y los matrimoniales en 1827, esto es, más de dos y tres décadas después, respectivamente, del inicio de la revolución de los negros de Saint Domingue. Pese a contarse ese apreciable lapso de tiempo entre los hechos acaecidos en la colonia francesa y los primeros asientos documentales materos, los autores también concluyen que: 1) la presencia de madres solteras se explica por el hecho de que eran viudas que perdieron a sus cónyuges en la revolución haitiana; 2) los expedicionarios de la tropa de Leclerc no constituyeron un grueso determinante entre los migrantes franceses en la parte oriental de la isla de Santo Domingo, siendo los llegados a la sierra colonos civiles; 3) la presencia de estos nuevos pobladores incidió en el aumento poblacional de la común; 5) los llegados a la sierra fueron colonos, pequeños blancos o terratenientes poseedores de haciendas y por tanto de esclavos, con un nivel educacional superior a los criollos de San José de las Matas; 6) los amos y los esclavos de estos llegados a la sierra pasaron a ser campesinos, sin distingos sociales; y 7) los llegados lo hicieron en grupos familiares, no individualmente, uniéndose a los habitantes locales, con los que formaron familias. Careciendo de otros documentos distintos a actas de bautismo, matrimonio y defunción y actas de dispensas de consanguinidad muy posteriores a los hechos que fundamentan la hipótesis de los autores –no por ello inválidos para sustentarla, parcialmente–, estas afirmaciones parecerían pertenecer más al campo de la especulación.

Instituto Dominicano de Genealogía

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