Cápsulas genealógicas. Tratamientos en San Cristóbal de los ingenios

Cápsulas genealógicas. Tratamientos en San Cristóbal de los ingenios

Por Leonardo Díaz Jáquez

En la época colonial se utilizaba el tratamiento de don y doña para los casos de personas de filiación noble o perteneciente al patriciado criollo, a manera de una distinción social, mientras que el tratamiento de señor y señora, exclusivo inicialmente de los nobles, se generalizó en el siglo XVIII entre sectores burgueses y profesiones liberales. Aparecieron entonces las combinaciones de señor don y de señora doña para las personas nobles y patricias (Lic. Raymundo González). En San Cristóbal de los ingenios encontramos estos tratamientos para los dueños de ingenios y estancias. Con la llegada de los franceses de la colonia de Saint Domingue a esta población y su entorno, y con más frecuencia después de la ocupación haitiana, estos términos se usaban en francés, con sus variantes, a los que hay que agregar el de “ciudadano”. Las funciones públicas también se usaban para identificar a los individuos, pudiéndose, en uno que otro caso, darle seguimiento a la carrera militar de algún personaje.

Por asunto de espacio no pondremos ejemplos de los dueños de ingenios, hacienda y esclavos, pero todos tenían el tratamiento de don y doña. El tratamiento de ciudadano aparece por primera vez en el acta de bautismo en la ermita de San Cristóbal del 8-7-1823 de Manuel, nacido el 19-5-1823, hijo natural de Tomasina Palmeda, habiendo sido sus padrinos el ciudadano Pedro Parreño y Ana de Lara (libro 4, folio 67, acta 501). Madame está consignado por primera vez en el acta de bautismo del 1-2-1815 de Esteban, nacido el 26-12-1814, hijo natural de Francisca Gotiet, esclava de madame Gotiet, siendo padrinos Pedro y Micaela Sabala (libro 1 y 2, folio 214, s/n acta). En el acta de bautismo en la misma iglesia del 22-5-1825 de María Estebanía, hija natural de María Josefa Sans, figuran como padrinos monsiur [sic] Chevaliér y madmoisél [sic] María Francisca Dilíl (libro 5, folio 13, acta 87).

Con respecto a los cargos públicos, es notorio el caso José Asención Pereyra, suplente de juez de paz, y su esposa Victoria Santana, quienes son padrinos de una cantidad apreciable de párvulos; a Este se le designa como “el suplente de juez de paz”; en unas se agregaba su apellido y en otras no. Otro tanto ocurrió con Claudio Montás, juez de paz, como podemos ver en el acta de bautismo en la iglesia de San Cristóbal del 2-12-1825 de María Calisto, nacida el 14-10-1825, hija natural de María Dipré, en la que es el padrino con mención de ese cargo junto a Leonor Chevalier (libro 4, folio 31 y 32, acta 212), aunque en la mayoría se le menciona como el juez Montás.

Heredado de los franceses, los haitianos tenían un Consejo de Notables y suponemos que a sus miembros se le nombrara como notable ciudadano o simplemente notable, como vemos en el acta del bautismo celebrado en la iglesia parroquial de San Cristóbal el 9-11-1833 para ungir a José Lassapél, nacido el 27-9-1833, hijo natural de María Damiana Nabá, siendo padrino Bernardo Chevallier, “notable ciudadano” (libro 7, folio 94, acta 625).

José María Cabral de Luna, cuando fue padrino de bautizo el 27-3-1837, no es identificado con ningún tratamiento, pero el 17-7-1839 lo fue como ciudadano; para el 17-12-1843 ostentaba el rango de capitán y el 14-10-1844 capitán de nacionales. En el acta de bautismo del 4-10-1848 es identificado como comandante nacional; el 24-10-1850 era coronel y en la del 13-12-1851 no se indica su rango. Sabemos que llegó a general y a presidente de la República.

Instituto Dominicano de Genealogía

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