Cápsulas genealógicas
A Sabaneta llegan los Saint-Hilaire

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Los hijos de Juan Saint-Hilaire y Josefa Bueno se destacaron desde muy antiguo. Según consigna J. Agustín Concepción en su libro “Síntesis Histórica del Municipio de Santiago Rodríguez”, Tomás Saint-Hilaire  fue firmante del acta de adhesión a la Anexión a España en la común de Sabaneta el 25 de marzo de 1861, pero que también estuvo al lado de los restauradores, pues entre los nativos de Sabaneta que participaron en las jornadas de la Separación se le cuenta junto a su hermano Pascual Saint-Hilaire.

En otra parte de su libro Concepción dice: “Para cerrar esta primera parte, glosaremos una honrosa mención que en 1874 se hacía desde el Ministerio de la Guerra acerca del entonces coronel Tomás Saint-Hilaire, oriundo de Sabaneta. Fue el caso de que, al cesar esa vez como comandante de armas, a Saint-Hilaire se le ascendió a general de brigada, «en recontamiento de sus méritos.”  Fue además propietario de alambiques. Falleció el 8 de octubre de 1918 en El Guanal.

Tomás Saint-Hilaire Bueno casó en primeras nupcias el 11 de enero de 1862 con Josefa Díaz, hija legítima de Felipe y María Gómez, según registró en el acta No. 52, folio 11 del Libro de Matrimonios Eclesiásticos de Sabaneta el padre Juan Pineda. Esta pareja procreó a José Francisco, Manuel María, Ramón de los Santos, María Merced, José María y a Juana Timotea Evangelista. En segundas nupcias, ya viudo, Tomás casó con una homónima de su primera esposa.

Pascual Saint-Hilaire Bueno se radicó en Aminilla,  diseminando el apellido por toda la provincia de Dajabón. Falleció ahogado en el río Mao el 11 de junio de 1886. Este ahogamiento se trastrueca en una leyenda de alguien que “fue enviado a estudiar a Francia para darle seguimiento a la herencia de Nicolás Saint-Hilaire, pero al ahogarse se perdió el rastro y contacto”. Sus hijos con Francisca Rodríguez fueron José Enemencio, Manuel Encarnación, Francisco Antonio y José de Jesús; con Francisca de Vargas, Remigio y María Eugenia; con María Francisca Estévez, Juan de Jesús y con María Ramos, Florentina.

José María Saint-Hilaire Bueno se quedó a vivir en El Guanal, procreando trece hijos con Simeona de Jesús Taveras, recibiendo la confirmación eclesiástica el 6 de noviembre de 1872, el mismo día que su padre. La prole de esta pareja estuvo formada por Ana Josefa, José Francisco, María Josefa, Olimpia, María de los Ángeles, Eugenia Dolores, José Obino, María, Fabiana, Ismael, Eleodoro Antonio, María Lastenia e Ismael Octaviano Saint-Hilaire Taveras.

María Antigua Saint-Hilaire Bueno casó con Gregorio Abreu Gómez, de Cotuí, el 5 de octubre de 1875, según su acta de matrimonio, marcada con el número 10, folio 38 del Libro de Matrimonios de Sabaneta. Tuvo un hijo natural, José del Carmen Saint-Hilaire, quien fue Jefe Comunal.

Felipa Saint-Hilaire Bueno casó con Manuel Merced (Don Sesé) Peralta; falleció el 1 de agosto de 1914, según su acta de defunción, marcada con el número 1, folio 42, del Libro de Defunciones de Sabaneta. Sus hijos fueron, Manuel Antonio, Juana Ramona, Francisco Antonio, Calisto, María Josefa, María de los Santos y Juan de Dios Peralta Saint-Hilaire, alias Sandó.

El apellido Saint-Hilaire que conocemos hoy tiene sus más remotos orígenes en El Guanal, sección del municipio de Sabaneta, provincia Santiago Rodríguez, con toda la probabilidad de haber llegado como consecuencia de la “insurrección de los esclavos del Norte” del 22 de agosto de 1791. Falta por comprobar si quien primero pasó a la parte Este de la isla fue Francisco Saint-Hilaire o su hijo Juan, quien a decir de Samuel Saint-Hilaire, era hijo único.

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