Cápsulas Genealógicas
Descendencias sacerdotales: El padre Solano

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El presbítero Domingo Antonio Solano Rojas fue un sacerdote de largo ejercicio pastoral en la parroquia de Santiago de los Caballeros. Nacido en 1770, ya había sido ordenado en 1803, cuando emigró a Cuba, haciendo “informe de sangre” en Bayazo. De nuevo en la isla, Monseñor Hugo Eduardo Polanco Brito recoge que para septiembre de 1811 ya era Cura y Vicario Foráneo de Santiago. Esta función la ejercería hasta 1854, cuando fue sustituido por el presbítero Miguel Quesada. Murió en Santiago el 27 de mayo de 1862.

En el curso de su dilatada carrera eclesiástica de más de cuatro décadas, el padre Solano conquistó el afecto de ciertas feligresas, con las que dejó descendencia: la tradición oral le atribuye la paternidad de José María Silverio, Pedro Montedeoca, Santiago Petitón y José Antonio Olavarrieta. Sólo su hija Juana llevó su apellido.

De ellos, Juana Solano nació hacia 1800, pues murió en Santiago el 2 de septiembre de 1893 a la edad de 93 años. Casó con José Ureña y fue madre de Rafael, María del Carmen, Eudosia, Teresa de Jesús (1820-1904), José Ramón (1824-1857), Petronila (1837-1873) y Manuel Cayetano (1842) Ureña Solano. De estos, Rafael sería el abuelo del Lic. Rafael Estrella Ureña, Vicepresidente de la República. Otra nieta de Rafael, Ana Antonia Estrella Ureña, sería la esposa del político y periodista Rafael Vidal Torres. De José Ramón fue biznieto el munícipe santiagués Víctor Espaillat Mera. Asela Mera Checo, esposa del ex presidente Salvador Jorge Blanco, es también su biznieta.

Pedro Montedeoca nació hacia 1813, ya que falleció en Santiago el 14 de enero de 1886 a la edad de 73 años. Fue campanero de la Iglesia Mayor desde los 13 años, o sea, que desde 1826 hizo tañer las campanas del templo para convocar a los feligreses a las misas oficiadas por su padre…..

Santiago Petitón nació hacia 1815. En 1854 aparece contando con 39 años de edad con el rango de teniente en una relación de oficiales del ejército, firmada por el general Pedro Santana, en su condición de Capitán General de Santo Domingo en fecha 16 de agosto de 1862. En 1854 era también instructor de música en Santiago. Todavía en 1861 no había sido ascendido, figurando como “Teniente de las Reservas”.

Que sepamos, Petitón tuvo al menos tres hijas con María Mercedes Jiménez: Juana Francisca, Ninfodora y Bobola Petitón Jiménez. De ellas, Juana Francisca, fallecida el 20 de agosto de 1906 a los 58 años de edad, fue madre de Rita Petitón, esposa de Juan Bautista Paulino; Enedina del Carmen Petitón (10 abril 1881-22 febrero 1977), quien casó el 17 de septiembre de 1902 con Agustín Pichardo Valerio y Francisco Antonio Viñas Petitón (2 abril 1889-2 noviembre 1965), esposo de Rafaela Cristina Cordero Infante. Enedina Petitón y Francisco Antonio Viñas Petitón eran hermanos carnales, los que procreó con Abelardo Viñas Chavrier.

José Antonio Olavarrieta nació hacia 1831, cuando el padre Solano frisaba los 61 años. El recuerdo familiar dice que el padre Solano “inventó” ese apellido. Pero aún más: también se inventó un progenitor para su hijo natural. En efecto, en el informativo testimonial que José Antonio Olavarrieta promovió en 1856, a fin de obtener la dispensa arzobispal para su matrimonio con Gabriela Josefa Tavares Portes, biznieta de una hermana o prima hermana de su bisabuelo, declaró tener 25 años y ser hijo de “un tal Juan Olavarrieta, natural de Europa”. Esta declaración, que formuló nada más y nada menos que por ante el propio padre Solano, llama la atención por el cierto dejo de desprecio con que se refiere a su “padre” – “un tal” – y asimismo por el hecho de que no indica su país de origen, cuando con seguridad no debió haber sido desconocido por su madre, Jacoba Tineo. Hay que apuntar que el apellido Olavarrieta sí existe; es de Guipúzcoa, País Vasco y está muy difundido en la península ibérica y Suramérica, donde abunda en Chile.

Del matrimonio Olavarrieta-Tavares nacieron Josefa Cristina (1859-1914), esposa de Ulises Franco Bidó; María Dolores Aminta (1857-1928), esposa de Leopoldo Miguel Malagón Pérez; Mercedes (1865-1933), Julia (1865-1892), Pedro Tomás (1866-1949), esposo de María Dolores Pérez Tavares; José Antonio (1866-1879), Domingo Antonio (1868-1889), María Altagracia, esposa de Antonio Fernández; Teresa (1872-1889), Luis Manuel (1875-1892) y Anselmo Olavarrieta Tavares.

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