Cápsulas genealógicas
Grados de consanguinidad

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No sólo neófitos en la materia sino también genealogistas experimentados tienen problemas para interpretar los grados de parentesco por consanguinidad. Este parentesco se establece a partir de los denominados grados, es decir las generaciones que separan a una persona de otra y que se cuentan ascendiendo hasta el progenitor común llamado tronco. Entre un hijo y su padre hay un grado, dos hasta el abuelo, tres hasta el bisabuelo, y así sucesivamente.

Las confusiones surgen en razón de que el legislador del Código Civil, para determinar el parentesco entre una persona a otra, cuenta los grados existentes entre dos personas partiendo de una de ellas hasta el ancestro común y luego desciende desde el ancestro hasta la otra persona. Ejemplo: si el abuelo de Juan era hermano del abuelo de María, el ancestro en común era el bisabuelo (es bueno aclarar que la pareja de bisabuelos – bisabuelo y bisabuela – cuenta como un solo parentesco). Entonces tenemos que de Juan a su padre hay un grado, dos grados hasta el abuelo y tres grados hasta el bisabuelo, que era el ancestro común. Desde aquí se desciende hasta María; desde el bisabuelo hasta el abuelo de María, hay un grado más, que son cuatro, otro más hasta el padre de María, que son cinco y otro más hasta María misma. De esta forma, hay seis grados de consaguinidad entre Juan y María.

La Iglesia Católica tiene otro modo de contar los grados de parentesco: en la legislación canónica se cuentan los grados existentes entre ambos cónyuges hasta el ancestro común. En el ejemplo anterior de Juan y María, dijimos que los abuelos eran hermanos, siendo su bisabuelo el ancestro común. De esta forma, los padres de ambos cónyuges cuentan como un grado; hay dos grados hasta los abuelos y tres grados hasta el bisabuelo que es el tronco, padre de ambos abuelos. En este caso, para contraer matrimonio, Juan y María hubiesen necesitado en el pasado de una dispensa matrimonial por el parentesco de tercer grado de consanguinidad en líneas colaterales iguales que los vincula.

Las líneas rectas implican que una persona desciende de otra; por ejemplo, padre e hijo están a un grado en línea recta; abuelo y nieto son parientes en segundo grado en línea recta. Las líneas desiguales expresan que ambos cónyuges descienden del mismo tronco, pero que hubo un salto generacional entre el novio y la novia. De su lado, las líneas colaterales, también llamadas transversales, establecen que las personas implicadas no descienden unas de otras, pero sí que tienen un mismo progenitor. Veamos dos ejemplos de líneas desiguales y colaterales. 

El primer caso lo ilustra el “primo segundo”, o sea, el hijo del primo hermano o un primo hermano de los padres. En grados consanguíneos, tendríamos una relación entre segundo y tercer grado en líneas colaterales desiguales. Explicamos: Si Juan y María fuesen primos segundos, quiere decir que Juan era primo hermano del padre de María. Entonces Juan está a un grado de su padre y a dos de su abuelo, mientras María estaba a tres grados del mismo ancestro, a un grado de su padre (el primo hermano de Juan), a dos grados de su abuelo (que era el tío de Juan) y a tres grados de su bisabuelo que era el abuelo de Juan.

El segundo grado en líneas colaterales iguales quiere decir que uno de los padres del novio, por ejemplo, es tío de la novia; o sea, uno de los padres del novio es hermano de uno de los padres de la novia, por lo que por una de esas líneas tienen el mismo abuelo (y abuela).

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