Monseñor Roque Antonio Adames Rodríguez (8 noviembre 1928-30 octubre 2009), segundo Obispo de la Diócesis de Santiago (1966-1992) y su primer Obispo Emérito, descansará a partir de mañana en la capilla de Nuestra Señora de la Anunciación de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra en Santiago, hasta su traslado definitivo a la Cripta de los Obispos en la Catedral Santiago Apóstol, construida justamente bajo su pontificado para acoger a los prelados que han presidido esta demarcación eclesiástica. La entrada a dicho mausoleo aparece presidida justamente por su blasón episcopal, dividido en cuatro cuarteles, de los cuales el cuarto, representa la fortaleza de Santo Tomás, construida por Cristóbal Colón en Jánico, lugar natal de Adames y a partir del cual es posible reconstruir su genealogía, remontándonos, con cuatro y cinco generaciones, al siglo XVIII.

Monseñor Adames nació en la sección de Gurabo, un antiguo hato de la Sierra donde también nació su padre Francisco Antonio Adames Ureña. Su madre, María del Carmen Rodríguez, nació en la sección de La Cuesta, perteneciente al municipio de San José de Las Matas. Su abuelo paterno, Manuel María Adames, nativo también de Gurabo, era hijo natural del también gurabero Manuel de Jesús Hernández Tavares y María (María Obía) Adames Collado, nacida en Bao aproximadamente en 1830. Manuel de Jesús Hernández, hijo a su vez de Eugenio Hernández y María Tavares, donó los terrenos donde actualmente se encuentra ubicado el municipio de Jánico, con el interés fundamental de que se levantara allí una iglesia, que fue construida en 1882. Murió a la edad de 82 años el 10 de febrero de 1907, víctima de un derrame cerebral, cuando se disponía a ir desde Gurabo a escuchar misa. De él recordaba el propio Monseñor Adames: “Traía los sacerdotes de San José de Las Matas, los sostenía económicamente, y apuntan las memorias que lo que él dijera eso era lo que se hacía. Para comodidad de su familia, cuando el padre venía a las misas y celebraciones construye una casa de tabla de palma casi en frente de la iglesia”.

Otro personaje vinculado a la historia de Jánico es el padre de María Adames Collado, Nicolás Adames García, considerado como uno de sus fundadores, por supuesto, en un emplazamiento anterior al actual. Hijo de Pablo Adames y Dionisia García, casó en San José de Las Matas el 18 de enero de 1828 con María Collado Fernández (1806, San José de Las Matas – 8 septiembre 1881, Jánico), hija de Juan Collado Díaz y Jerónima Fernández.  

El ya citado Manuel María Adames era esposo de María Francisca (Pancha) Ureña, nacida en 1868 en la sección de Guama, y con quien casó el 14 de septiembre de 1888 en San José de Las Matas. Pancha era hija de José Ramón Ureña Mesón (1820, San José de Las Matas – Guama, Jánico, 14 enero 1912) y María Josefa Rodríguez Espinal. José Ramón Ureña era hijo de Manuel Ureña y Antonia Mesón. De estos ascendientes, Manuel Ureña nació hacia 1785, siendo hijo de Carlos Ureña e Isabel Rodríguez Valerio. De su lado, María Josefa Rodríguez Espinal era hija de Bernardo Rodríguez Torres, nacido aproximadamente en 1773, y de Isabel Espinal, nacida hacia 1778.

En la genealogía de Monseñor Adames se revelan los grandes troncos de los apellidos representativos de Jánico y San José de Las Matas, sus secciones y parajes, que él llevó, como calificó el Pbro. José Carlos Rodríguez Núñez, “cual pasión oculta, pero no por ello menos pasión”.

Instituto Dominicano de Genealogía