Desde un buen tiempo atrás, las grandes sequías ocurridas en diferentes lugares del globo terráqueo, han traído como consecuencia que ocurrieran grandes incendios forestales los cuales han sobrepasado los equipos, tanto humanos como mecánicos, para extinguir los mismos, causando daños extremos a los ecosistemas y al medio ambiente. Aquí expondremos varios ejemplos a continuación.

En la temporada 2019-2020 se registró el incendio forestal más grande que haya sufrido Australia, donde se quemó un área de 10,000,000 de hectáreas; es decir, 63,000 kilómetros cuadrados, o sea, 1.7 la superficie de la República Dominicana.

Esto sucedió debido a una sequía récord sin precedentes, la cual afectó igualmente a 500 millones de animales, alrededor de 2,500 edificaciones y 50 personas fallecidas.

Se estima que los bosques tardarán décadas en recuperarse. Este incendio forestal se inició en junio de 2019 y terminó en mayo de 2020. Este fenómeno es causado por temperaturas récord y meses de severa sequía, al cual se le conoce como Dipolo del Océano Indico, o el Niño Indio.

En Grecia, el primer ministro Kyriokos Mitsoakis afirmó que su país vive una crisis ecológica sin precedentes, luego de que 56,000 hectáreas se calcinaron en Eubec.
Asimismo, el vecino Turquía reveló que en seis focos de incendios se perdieron más de 167,000 hectáreas de bosques.

Los Estados Unidos de América no escapan a estas tragedias causadas por voraces incendios. California ha sido pasto de peligrosos incendios que han llegado hasta el lago Tahoe, devastando 11,000 acres por día, consumiendo además cientos de viviendas, muchas de ellas lujosas. Igualmente, bajo la amenaza que de continuar la sequía, podrían desaparecer cientos de ellas.

En América del Sur, la deforestación del Amazona, ha sido la causa principal para la bajante de aguas del Río Paraná, principal vía de comercio fluvial de Bolivia, Paraguay y la Argentina.

Alentados por la política del presidente del Brasil Jair Bolsonaro, sobre la acelerada propagación de las actividades agrarias y pecuarias hacia la región amazónica, transformó a Brasil en una amenaza global al clima.

El climatólogo Carlos Nobre, miembro del panel climático de las Naciones Unidas, afirmó que: “el sector agrícola y ganadero es la causa principal del avance de la deforestación de la selva”. Agregó además, que el país sudamericano ocupa el segundo lugar en la lista de naciones con mayor pérdida de cobertura forestal desde el 2001, en donde desde agosto del 2020, han sido derribados casi 9 mil kilómetros de selva, agregando el Instituto INPE, que en el primer semestre de 2021, la deforestación resultó la más alta desde el 2015.

La República Argentina no ha sido una excepción. Incendios forestales en las provincias de Córdoba y San Luis, han arrasado 30,000 has. Y siguen avanzando, causando hasta ahora 2 víctimas mortales.

En nuestro país, desaprensivos han ocasionado incendios en la Cordillera Central y en algunos otros puntos del país para la siembra de frutos menores, a los cuales parece le han puesto coto las autoridades de Medio Ambiente. El fuego es un peligro mortal ya que generalmente se vuelve incontrolable y en nuestro país no contamos con los equipos sofisticados para su pronta extinción. Por eso, todos los ciudadanos debemos mantenernos atentos cuidando nuestro patrimonio forestal.

Diez millones de hectáreas ardieron en Australia en la temporada 2019-20

La República Argentina no ha sido una excepción.

El fuego es un peligro mortal ya que se vuelve incontrolable