Cápsulas genealógicas

Cápsulas genealógicas

Familias de Constanza
La timidez en registrar los cambios sociales entre las familias constanceras (nacimientos, matrimonios, etc.), quizás se explica con el hecho de que los lugareños debían trasladarse a Jarabacoa para registrar los nacimientos y matrimonios, lo que implicaba recorrer un largo y peligroso trayecto por veredas empinadas y resbaladizas a través del monte Barrero, que sólo podía realizarse a pie o a lomo de mulo.  Según el Barón Eggers:  “de Jarabacoa a Constanza no se encuentra en el camino una sola casa…  Existen laderas tan pendientes a ambos lados, que se puede uno figurar que va andando sobre la cumbrera de una casa”.

Como ejemplo de la tesis indicada más arriba, cabe señalar que uno de los apellidos más extendidos en el valle es el Suriel, procedente del Cibao, lo cual no es de extrañar ya que hacia el año 1785 el poseedor del valle de Constanza era Melchor Suriel, según refiere Antonio Sánchez Valverde en ese año:  “su propio poseedor actual Don Melchor Suriel…”.  Más aún, un factor típico de una comunidad pequeña y aislada como Constanza era la unión marital entre familiares cercanos, práctica que comenzó a declinar hacia los años cincuenta del siglo XX cuando la población comenzó a crecer, y el apellido Suriel es un ejemplo de esa práctica ya que tres de los veinticuatro hijos de Generoso Suriel Suero se unieron con tres de los nueve hijos de su hermana Fidelina.

En ese sentido, a continuación se listan los troncos de las familias más viejas en el valle de Constanza, extraídas de las referidas actas de nacimientos y complementadas con otras informaciones ofrecidas por José A. (“Ñañín”) Quezada. Con el propósito de confirmar dichas uniones para esa época, incluimos las fechas de nacimiento de algunos de los hijos procreados. Los casos en los que no se incorporan fechas corresponden a descendientes de los que no hemos podido ubicar documentos, aunque sí dejaron descendencia en el valle.

-Miguel Andrés (“Cabuya”) Abréu y Teolinda Abréu, procrearon a Beatriz (30-04-1899) y Fidelina (20-09-1897).

-Pedro Abréu y Nina Durán.

-Avelino Abréu y Magdalena Durán, procrearon a Aurelinda (01-05-1892, quien casó con Francisco Collado el 25-11-1912), y José Avelino (20-04-1898).

-Ramón Abréu y Engracia Piña, procrearon a Eva (18-04-1895).

-Manuel Antonio Abréu y Gregoria Abréu, procrearon a Manuel Ramón (01- 01-1897).

-Rafael Alcántara y Teresa Piña, procrearon a Altagracia (21-01-1873).

-José Araujo y Ana Fernández, procrearon a Guillerma (30-03-1896).

-Francisco Araujo y Palmira Ortiz, procrearon a José Armando (20-03-1899).

-Ramón Araujo y María José De la Rosa, procrearon a José Ramón (12-05-1897) y Juana (05-01-1899).

-Leonardo Araujo y Liverata De los Santos, procrearon a Benedicta (01-04-1873).

-Juan María Cabral y Celestina García, procrearon a Gollín (quien casó con su prima hermana Aurelinda Cabral) y Zenón (que casó con Belisario Infante).

-José Avelino Cabral y Clotilde Gratereaux, procrearon a José Francisco (29-01-1892), Gumercinda (02-08-1894, que casó con Antonio (“El Francés”) García el 03-10-1918), y Aurelinda (10-01-1899, que casó con su primo hermano Gollín Cabral).

-Ramón Cartagena y Regina Espinal, procrearon a Nicanoria (07-05-1899).

-Francisco Collado y Emilia Gratereaux, procrearon a Emilia (07-11-1891), Arismendy (14-01-1894), José Eugenio (14-12-1895) y Secundina (“Cunda”) (05-09-1898).

-Ciriaco Corcino y Aguedita Soto, procrearon a María del Carmen (16-07-1893), María Gracia (22-09-1895) y José Mercedes (05-01-1898). Proseguiremos en la próxima entrega.

Instituto Dominicano de Genealogía
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