BAGDAD (AP). Soldados estadounidenses detuvieron a 16 presuntos extremistas ayer, viernes, durante batidas en el principal distrito chiíta de Bagdad contra una célula responsable de contrabandear desde Irán un poderoso tipo de artefacto explosivo, dijeron fuentes militares.
Por otro lado, Estados Unidos dijo que cinco soldados norteamericanos y un intérprete murieron el viernes. Los tres soldados fallecieron a causa de bombas colocadas a la vera del camino, las cuales desde hace tiempo han sido responsables de la mayoría de las bajas estadounidenses en Irak. Pero el uso de los poderosos penetradores formados con explosivos (EFP, por sus siglas en inglés) fabricados en Irán está aumentando.
Las armas, que lanzan un puñado de cobre fundido, pueden perforar incluso nuevos vehículos blindados norteamericanos diseñados precisamente para protegerse de minas y otros artefactos similares.
Protestan contra Al-Yazira
BAGDAD (AP). Centenares de chiíes se lanzaron ayer, viernes, a las calles de dos ciudades al sur de la capital iraquí para protestar contra lo que consideran insultos de la cadena de televisión Al-Yazira contra el gran ayatola Alí al-Sistani.
Los manifestantes protestaron contra un programa de Al-Yazira de esta semana en el que el presentador puso en tela de juicio las dotes de liderazgo de al-Sistani. Tras las plegarias del viernes en ciudades meridionales de Basora y Nayaf, los partidarios de al-Sistani portaron carteles que denunciaban la conducta del canal y la nación desde la que transmite, Qatar, en el Golfo Pérsico.
«Sí, sí a al-Sistani, proclamaba un cartel que portaban unos 1.000 de sus seguidores en Basora, la segunda ciudad de Irak. Se congregaron ante las oficinas del mayor partido político chií, el Consejo Supremo para la Revolución Islámica en Irak, muy unido a al-Sistani.
En Nayaf, donde reside al-Sistani, varios centenares de manifestantes desfilaron en solidaridad con el clérigo por la parte antigua de la ciudad.
«Hoy quemamos Al-Yazira, cantaron los manifestantes, que portaban retratos de al-Sistani. Otros pidieron que el canal y el estado de Qatar fueran demandados ante los tribunales. Uno de los manifestantes en Nayaf llevaba varias fotos del emir de Qatar, el jeque Hamad bin Khalifa Al Thani, con un zapato cosido a las imágenes para demostrar su desprecio por el gobernante.