BAGDAD (AP).- Una de las cacerías más intensas de la historia llegó a su fin el domingo cuando fuerzas estadounidenses capturaron a un desaliñado Saddam Hussein en un precario hueco en la tierra cerca de su población natal, sin que el derrocado líder iraquí opusiera la menor resistencia a pesar de estar armado.

«El ex dictador de Irak enfrentará la justicia que negó a millones de personas», dijo en Washington el presidente de Estados Unidos George W. Bush. «En la historia de Irak, ha concluido una era sombría y dolorosa. Un día de esperanza ha llegado».

El teniente general Raymond Odierno, comandante de la Cuarta División de Infantería que capturó a Saddam, dijo el domingo que el líder iraquí fue arrestado luego que un familiar suyo «cercano» ofreció información sobre su paradero.

Odierno indicó que en el curso de los últimos 10 días los soldados estadounidenses habían interrogado a «entre cinco y 10 miembros» de la familia «cercanos a Saddam».

«Finalmente, obtuvimos la información final de uno de esos individuos», dijo.

El jefe militar indicó que aunque Saddam tenía consigo un arma de fuego, no se resistió. «No había forma de que pudiera resistirse. Por lo tanto, fue atrapado como una rata», dijo Odierno.

Washington espera que la captura de Saddam ayude a desmantelar la resistencia iraquí que ha matado a más de 190 soldados estadounidenses desde que Bush declaró el fin de los principales combates el primero de mayo.

Pero Odierno expresó dudas de que Saddam estuviese liderando la resistencia, pues no se encontraron en su escondite dispositivos electrónicos para comunicarse con el exterior. «Creo que estaba allí para brindar más que nada un respaldo moral», dijo.

A su vez Adel Abdel-Mahdi, alto funcionario de un partido político chiíta que junto a otros dirigentes iraquíes visitó a Saddam en cautiverio, dijo que el derrocado presidente «se mostró desafiante y no exhibió arrepentimiento alguno».

«Cuando le dijimos, ‘Si usted sale ahora a la calle, verá a la gente celebrando’, Saddam respondió ‘Esas son turbas»’, dijo Abdel-Mahdi. «Cuando le mencionamos las fosas comunes él respondió, ‘Esos eran ladrones»’.

El funcionario añadió, «Parecía impenitente, desafiante, tratando de encontrar excusas para los crímenes, de la misma manera en que lo hizo en el pasado».

La captura se registra ocho meses después de la caída de Bagdad y se llevó a cabo sin que se disparara un tiro, dijo el domingo el jefe de la administración de Estados Unidos en Irak.

«Señoras y señores, lo capturamos», dijo L. Paul Bremer en una conferencia de prensa en la capital iraquí. «El tirano es ahora un prisionero», añadió.

Apenas Bremer hizo el anuncio, periodistas iraquíes en la audiencia saltaron de sus asientos y gritaron «Muerte a Saddam!» «Abajo Saddam!»

El arresto es una importante victoria para el ejército de Estados Unidos, que ha sido afectado por una creciente insurgencia que ha cobrado la vida de centenares de soldados de la coalición aliada.

Saddam fue capturado el sábado a las 8.30 de la noche en un «nido de araña» en una vivienda en Adwar, población situada a 16 kilómetros de Tikrit, dijo el teniente general Ricardo Sanchez, jefe de las tropas de Estados Unidos en Irak. El agujero tenía unos dos metros de profundidad, y espacio suficiente para que Saddam pudiera acostarse, fuese cubierto con ladrillos y tierra y provisto con un respiradero a fin de permanecer largos períodos en su interior.

Un funcionario del Pentágono dijo que Saddam había admitido su identidad cuando fue capturado.

El ejército de Estados Unidos dijo que unos 600 soldados de la Cuarta División de Infantería, junto con miembros de las fuerzas especiales, arrestaron a Saddam.

Dos hombres «vinculados a Saddam Hussein», fueron detenidos con él, y los soldados confiscaron dos fusiles Kalashnikov, una pistola, un taxi y 750.000 dólares en billetes de 100 dólares, dijo Sanchez. Los dos hombres eran «insignificantes» figuras del derrocado régimen de Saddam, dijo un funcionario del Pentágono.

Estados Unidos había ofrecido 25 millones de dólares a quien brindara información sobre el paradero de Saddam.

Sanchez, que vio a Saddam durante la noche, dijo que el derrocado líder «ha expresado su voluntad de cooperar y se mostró locuaz». Describió a Saddam como «un hombre cansado, resignado a su suerte».

«Saddam Hussein nunca retornará a una posición de poder desde la cual pueda castigar, aterrorizar, intimidar y explotar al pueblo iraquí, tal como lo hizo durante más de 35 años», añadió Sanchez.

La captura se registra cada cinco meses después que los hijos de Saddam, Qusai y Odai, murieron el 22 de julio en un enfrentamiento de cuatro horas con soldados estadounidenses en la ciudad norteña de Mosul. En esa época había esperanzas de que las muertes de los hijos de Saddam disminuyesen la resistencia contra los ocupantes. Sin embargo, a partir de entonces, la guerrilla iraquí aumentó sus ataques de manera drástica.

Horas después de la captura de Saddam, el domingo en la mañana, un presunto atacante suicida hizo detonar un automóvil cargado de explosivos frente a una jefatura policial al oeste de Bagdad, matando al menos a 17 personas e hiriendo a otras 33, dijo el ejército de Estados Unidos. También el domingo, un soldado de Estados Unidos murió al tratar de desactivar una bomba colocada a un costado de la carretera, al sur de la capital. Es el 452 soldado estadounidense que muere en Irak.

Ahmad Chalabi, miembro del consejo gobernante de Irak, designado por Estados Unidos, dijo el domingo que Saddam será llevado a juicio.

«Saddam será sometido a un proceso público a fin de que el pueblo iraquí conozca sus crímenes», dijo Chalabi a Al-Iraqiya, una emisora de televisión financiada por el Pentágono. Chalabi ha sido juzgado en ausencia por un tribunal militar jordano, acusado de desfalco de un banco.

Sánchez dijo sin embargo que no se ha determinado aún si Saddam será entregado a los iraquíes para ser procesado.

En la conferencia de prensa donde se anunció la captura, las autoridades estadounidenses divulgaron un vídeo mostrando a un barbado Saddam siendo examinado por un médico que mantenía su boca abierta con un instrumento para bajar la lengua, al parecer con el propósito de obtener una muestra de ADN.

Luego, se mostró un vídeo donde aparecía Saddam tras haber sido afeitado.

Algunos comandantes militares estadounidenses han advertido que la insurgencia, que ha matado a centenares de soldados de Estados Unidos, Gran Bretaña y de otros países, no terminará necesariamente con la captura de Saddam.

Saddam, quien gobernó Irak durante 23 años hasta su derrocamiento en abril, había permanecido prófugo desde entonces. Las fuerzas estadounidenses habían ofrecido una recompensa de 25 millones de dólares por información que revelase su paradero.

El derrocado presidente, atrapado en un sótano, cavó un hoyo y se enterró antes de que los soldados estadounidenses irrumpieran en la vivienda donde se ocultaba, dijo el domingo un funcionario iraquí.

«Los soldados estadounidenses tuvieron que usar palas para desenterrarlo», dijo a la AP Entifad Qanbar, portavoz de Chalabi.

Qanbar, quien basó su versión en los reportes de la ocupación encabezada por Estados Unidos, dijo que Saddam llevaba una barba crecida y entrecana cuando fue capturado.

Los soldados lo fotografiaron antes y después de afeitarlo, añadió. Después procedieron a realizar análisis genéticos.

«La prueba de ADN confirmó al 100% la identidad de Saddam Hussein», añadió la fuente.