Hoy 
Santiago, la ciudad corazón del Cibao, tiene curiosas formaciones de casas y parques en los cuales interiormente se observan detalles singulares que no se ven en otras plazas públicas.
Uno de ellos es el parque Colón, situado frente al templo de La Altagracia, entre las calles Del Sol, Luperón y General Cabrera.
Está levantado en un terreno que en la parte correspondiente a esta última vía presenta dos metros de alto, pero en la parte que da a la calle Del Sol tiene cuatro elevados metros y una entrada con una escalinata de 14 peldaños. La primera piedra del parque Colón, construido por la Sociedad Amigos del Adelantado, fue colocada el 12 de octubre de 1892. Fue inaugurado el 2 de agosto de 1897 y reinaugurado el 18 de julio del 2008 con algo único colocado en las plazas dedicadas al Descubridor del Nuevo Mundo.
Es que en su interior, para el lateral noroeste, se aprecia una rotonda de cuerpo ovalado cuya superficie exhibe pequeñas representaciones de las tres carabelas en que llegó a la isla el almirante genovés, construidas totalmente de metal galvanizado. Al centro presenta otra rotonda más amplia y alta con una corta escalinata en la que se aprecian tres paredes.
La de la derecha tiene una imagen que representa los indígenas de la isla recibiendo a Colón; la del medio, en su alto presenta el escudo de la ciudad de Santiago y en la pared de la izquierda hay una pintura que representa a Colón con sus carabelas cuando llegó a la isla.
En el lado correspondiente a la calle del Sol se puede observar un pedestal de doble cuerpo que tiene el busto de metal dorado de Cristóbal Colón que abajo tiene el escudo de Santiago.
Y en la esquina formada por las calles Luperón y General Cabrera hay una corta rotonda con dos metros de alto en cuyo terreno está sembrada una mata de Ceiba parecida a la que está en la capital, que también representa aquella en que se dice que Colón amarró sus carabelas.
El interior de esta plaza tiene bancos de metal formados con un cuerpo de bordes curvados, caminos con frondosos árboles, pequeñas rotondas levantadas con muros de piedras de dos metros de alto y jardines.
