Este es el país en el cual el “Compadre Monchín como está la cosa/ si tú no me quieres me quiere la otra”, cantaban las hazañas de un constructor, porque decían que acostumbraba a dar dinero a los inspectores de obras para que fueran benévolos con él.
¿Y qué hacia el compadre Monchín? Que insertaba una varilla, una sola, en uno de los huecos de los bloques, macuteaba al inspector y sacaba la varilla. Así construyó muchas casas en el Villa Juana y otros barrios adyacentes.
Con frecuencia se lee y se escucha que cierran un “laboratorio” de producción de medicinas que carece de aval científico y fabrica cosas que vende como medicamentos.
Una y otra vez ocurre y no pasa nada. Vuelven los “laboratorios” a producir “medicamentos” y muchas farmacias a venderlos.
Y todavía ningún familiar de paciente muerto por esas “medicinas” ha tomado la justicia por sus propias manos. Ello porque como no hay justicia…
Surge, porque todos los días estrenamos un problema grave: el de ahora es que nadie sabe cuántos médicos “especialistas” violaron los procedimientos para ser aceptados en los estudios superiores y si adquirieron, en buena ley, los conocimientos profesionales imprescindibles, pero ejercen como tales.
Ello fue posible, entre otras cosas, no sólo por la inhumanidad de los postulantes, sino también por la desidia de quienes examinaron los expedientes de los aspirantes, pero, como aquí todo es permitido…
Alarma saber que uno no tiene ninguna seguridad de que el médico que lo atiende es, realmente, un profesional calificado, con los estudios correspondientes, con la práctica debida, que le permita ejercer, honestamente, como especialista en una y otra rama la profesión de medicina.
Lo peor es que dicen calificados profesionales de la medicina que ese problema no es nuevo, que desde hace tiempo hay quienes engañan, quienes se saltan los procedimientos para convertirse en matasanos criminales que merecen que se les aplique todo el peso de las leyes.
Esos fulanos, deben ser investigados y, posteriormente, procesados bajo la acusación de inicio de ejecución, de intento de homicidio, así de grave es la situación.
¿Está usted dispuesto a aceptar ser atendido en un asunto de salud, por una persona que engaña, se presenta como médico, pero carece de las calificaciones y la práctica imprescindibles?
No hablamos de picar piedras o chapear jardines y sembrar limones, hablamos de gente que no tiene las calidades, se presenta como médico ¿y no va a pasar nada? ¿No es intento de homicidio?
Ese asunto es más importante que todas las noticias que se han publicado en el último mes. Nos están diciendo que la salud está en manos de nigromantes vestidos como médicos y usando un lenguaje de médicos.