SOCHI, Rusia. El peruano Roberto Carcelén tiene ante sí el viernes un desafío. A sus 43 años se retira del esquí de fondo en la prueba de 15 km de los Juegos de Sochi-2014, con dos costillas rotas y un gripe como principales rivales.

El fondista peruano se rompió dos costillas en Seefeld (Austria) diez días antes de viajar a Sochi y decidió participar pese a que se lo desaconsejaron los médicos. Pero ahora las cosas se le han puesto más complicadas con una gripe, explica el deportista.

«Me dio una gripe y una bronquitis, con una tos terrible. Me volvió el dolor en las costillas, pero igual no abandono, voy a correr», señaló Carcelén a la AFP.

«Va a ser más difícil inclusive porque ahora tengo una bronquitis. Es una gripe que ha dado a un montón de gente dentro de la Villa Olímpica. Me ha afectado mucho porque tengo asma. Se me están poniendo muchas barreras, pero estaré en la salida», añadió.

La temperatura primaveral que hay en los Juegos Olímpicos hará más difíciles las cosas, según el peruano. «El circuito está peligrosísimo porque la temperatura a la hora de mi competencia es como 16 grados.

Y la nieve se ha vuelto un yogur, lo que hace sumamente difícil la bajada. Una caída me puede costar que no acabe la carrera», indicó.

El recorrido, que Carcelén suele realizar en más o menos 45 minutos, le llevará, según los cálculos del peruano, unas dos horas, debido a las mermas físicas.

La carrera consta de tres vueltas a un circuito de 5 km y Carcelén cree que la última la hará en solitario, cuando le resto de participantes ya hayan terminado.

«Voy a tardar como mínimo una hora y media mínimo y máximo dos horas. Va a ser superinteresante, ya que cuando termine mi segunda vuelta todo el mundo habrá acabado, así que voy a estar solo esquiando la tercera vuelta, durante más de media hora», señaló.

«Mucha gente va a verme competir. Va a haber una historia de coraje», anunció. Desde que llegó a Sochi solo ha podido hacer dos leves entrenamientos, según el peruano. «El miércoles hice 20 minutos y casi me caigo. Es mi última carrera y mi ultima competencia a nivel mundial y merece la pena el esfuerzo», afirmó el peruano.

«Las dos prácticas fueron muy dolorosas pero sobre todo la del miercoles, por estos problemas respiratorios y el dolor en las costillas», dijo.

Carcelén, exmaratoniano, que reside en Seattle (Estados Unidos) ya participó en Vancouver-2010, donde fue penúltimo. Y Sochi-2014 pondrá fin a su etapa de competidor deportivo. Será su última carrera, su último desafío.

«Apenas se termine mi carrera me meto en un avión para ver al médico. Se supone que tengo que volver después de la ceremonia de clausura pero dependiendo de cómo me sienta, trato de buscar un vuelo y me regreso porque me tiene que ver un médico.

Al día siguiente o dos días después pero no quiero esperar mucho tiempo», explicó. El abanderado peruano quiere correr. Los médicos le dijeron que no lo hiciera. Serán dos horas de sufrimiento.