Cardenal aboga atención a problemas generados por el narco y la pobreza

Cardenal aboga atención a problemas generados por el narco y la pobreza

POR LUIS M. CARDENAS
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez abogó ayer por la atención de la pobreza extrema y el control del narcotráfico, los cuales vincula a la violencia y la criminalidad que afecta actualmente a la nación.

Manifestó, además, que el problema de la criminalidad y la delincuencia es complejo y que no pueden simplificarse las cosas, porque, a su entender, hay muchos factores que están incidiendo en la violencia.

Dijo que la pobreza extrema entre mucha gente es un caldo de cultivo y que hace falta atenderlo ya que afecta a muchos dominicanos.

Monseñor López Rodríguez, arzobispo de Santo Domingo, entiende que la pobreza es un caldo de cultivo muy peligroso para que mucha gente sin educación, sin trabajo, ni oportunidades en la vida se dedique a delinquir y a crear problemas en la sociedad.

Asimismo, abogó por un control del narcotráfico por también considerarlo un problema que está muy vinculado a la delincuencia y la criminalidad.

Asimismo, el arzobispo de Santo Domingo dijo que el consumo de drogas es un problema que preocupa mucho.

Entiende que si se meten por ese camino la respuesta será más efectiva y espera que sean capaces de hacerlo.

Monseñor López Rodríguez, quien habló luego de oficiar la misa en la celebración del aniversario de la Marina de Guerra, dijo esperar que haya flexibilidad entre todos los sectores, en relación con el impasse creado con el sirope de maíz que se discute en el Senado de la República.

Consideró, en otro orden, que no se puede tener al país en un tranque con una indefinición también sobre el presupuesto que está condicionado al sirope.

El cardenal López Rodríguez dijo que es necesario buscar una solución a ese problema,  a manera de encontrar el entendimiento entre todos los sectores.

Dijo que la actual temporada de Navidad es una fiesta de paz, de familia, alegría e invitó al pueblo dominicano a vivir en un ambiente distinto al que se está viviendo, de atracos y crímenes.

Reiteró que se trata de una fiesta de paz y que como tal tiene que ser celebrada por todo el pueblo dominicano, ya que es una fiesta de familia donde se recuerda el nacimiento del niño Jesús, que además fue el hijo de Dios.

Monseñor López Rodríguez espera que cada dominicano abra su corazón para que Jesucristo le ilumine y nazca en cada dominicano.

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