Cardenal aboga por ejercicio serio de la comunicación

Cardenal aboga por ejercicio serio de la comunicación

POR ELÍAS RUIZ MATUK
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez afirmó ayer que el país necesita de un ejercicio serio, objetivo y sereno de la comunicación y que es responsabilidad de quienes dirigen los medios «evitar que el clima que se vive se vea entorpecido por informaciones inoportunas, imprudentes y, al menos, parcialmente falsas».

López Rodríguez pronunció una homilía en la catedral Primada de América en la celebración de la Solemnidad de la Ascensión del Señor en la XXXIX Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.

El Cardenal dijo que no discute que los responsables de los medios tienen derecho de mantener informada a la población de lo que realmente sucede, «esa es su obligación, pero es también deber de quienes tenemos alguna responsabilidad pública, contribuir a la sana educación del pueblo y a ofrecerle siempre una información veraz sobre el acontecer dominicano».

López Rodríguez  criticó el mal uso que de los medios de comunicación, lo que puede provocar a su juicio, «daños enormes, suscitando incomprensión, prejuicios y hasta conflictos».

Dijo que llevando esto al plano práctico sobre esas afirmaciones, recordó a «algunos» comunicadores sociales que «por tener delante un micrófono a su disposición, se consideran con derecho a decir cualquier necedad, vulgar mentira o calumnia, hiriendo a personas e instituciones, sin que nadie les pida cuenta».

«A esos hay que recordarles que ese es un ejercicio inmoral de su profesión, absolutamente inadmisible y que en nada contribuye a elevar el nivel cultural del pueblo dominicano», expresó.

Dijo lo mismo de «ciertos productores y supuestos analistas de televisión, sin que falten algunos osados en el campo de la prensa».

Definió  a esas personas como escasas de calidad humana, con serios conflictos subjetivos o de familia, con mediocre formación, «que únicamente se expresan motivados servilmente por un cheque o menos pingüe o por una mala entendida fidelidad política que jamás puede estar por encima de la verdad y de la responsabilidad profesional».

Afirmó que con esa actitud demuestran (esos comunicadores) que carecen de la capacidad elemental y de las condiciones mínimas para ejercer una profesión tan delicada como es la de comunicador, «quien siempre, agregó, debe ser un servidor incondicional o insobornable de la verdad».

Citó a Juan Pablo II, quien expresó que para lograr la meta de unir a la familia humana, es muy importante la educación.

«Los medios, dice, pueden enseñar a millones de personas cómo son otras partes del mundo y otras culturas.  Por ello se han llamado acertadamente el primer areópago del tiempo moderno… para muchos son el principal instrumento informativo y formativo, de orientación e inspiración para los comportamientos individuales, familiares y sociales», expresó López Rodríguez.

Dijo que un conocimiento adecuado promueve la comprensión, disipa los prejuicios y despierta el deseo de aprender más de los otros y compartir con ellos.

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