POR GERMAN MARTE
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez afirmó ayer que todos los implicados en el caso del cargamento de más de mil kilos de cocaína, decomisado por las autoridades el pasado sábado, deben ser separados de las filas de las instituciones a las que pertenezcan y sancionados con todo el peso de la ley.

Tras afirmar que en casos como éste no se debe andar con muchos miramientos, el prelado católico dijo que el espectáculo de los vehículos robados demostró que las cosas no estaban marchando bien y no se quedaban en simples policías, sino también en la oficialidad de arriba.

«Este último episodio (del cargamento de drogas) demuestra que todavía queda gente ahí, en esas instituciones, que deben ser vigiladas, observadas y sancionadas», destacó el jefe de la Iglesia Católica.

También arriba (en la oficialidad) ha habido gente que se ha conducido muy mal, de manera injustificable, agregó el cardenal al ser consultado tras oficiar una misa en la catedral con motivo del primer aniversario de la Fundación Defensa del Dominicano en el Exterior.

El pasado sábado fueron detenidos con un cargamento de 1,387 kilos de cocaína el coronel de la PN Lidio Arturo Nin Terrero, comandante de la Cárcel pública del kilómetro 15 de Azua; el ex capitán del Ejército Nacional Quirino Ernesto Paulino Castillo, dueño de varias estaciones de gasolina, agencias de vehículos y otros negocios; Tirso Cuevas Nin y Ubrí Medrano. Se estima que el cargamento está valorado en más de RD$900 millones.

De acuerdo con la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), la droga fue introducida por la frontera, venía desde el Sur y era llevada a Santiago a una empresa de Zona Franca, para luego ser enviada al exterior.