El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez dijo temer que en el país haya presión y cierto miedo a que aparezcan jueces golpeados y hasta muertos,  en caso de que el capo boricua José David Figueroa Agosto, capturado recientemente en Puerto Rico, sea traído al país para procesarlo por los crímenes que se le imputan.

Afirmó, además, que  “todo el mundo sabe que aquí hay gente implicada no solo de saco y corbata sino de vestidos y con todo tipo de atuendos, o sea que este señor tenía profundos tentáculos”.

 “Yo no sé, pero este proceso, primero no estamos acostumbrados a manejar situaciones de esta naturaleza, es decir, es la primera vez que se  maneja un caso de estas proporciones”, dijo. En tal sentido, el prelado católico entiende que es conveniente que el caso de Figueroa Agosto, sea llevado por las autoridades judiciales en Puerto Rico, sin importar que ya se le escapara de una prisión.

Admitió que siente temor de que si traen a Figueroa Agosto para el país las cosas no estén garantizadas.