El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez dijo ayer que el tono de la campaña política no conducirá a ninguna parte y exhortó a los candidatos a la Presidencia a elevar el debate y llevarlo con dignidad y respeto recíproco.

En la celebración de la fiesta de la Resurrección de Jesucristo en la Catedral Primada, el Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo advirtió a los candidatos que deben descontinuar la diatriba, los insultos y las confrontaciones que dejan heridas difíciles de curar.

Ese comportamiento molesta a las personas, dijo el Cardenal, además de que no contribuye a su educación.

Afirmó que en el país hay mucha carestía y mucha gente sin empleo, lo que a su juicio, podría contradecir el sentido de esperanza que la resurrección de Jesucristo ofrece.

Exhortó a los dominicanos a ser los constructores de su destino y los aconsejó a escuchar las propuestas que hacen los candidatos antes de formularse sus criterios.

En otro orden, López Rodríguez afirmó que las más de 25 personas que murieron y los cientos de dominicanos heridos durante el feriado de la Semana Santa fueron fruto de la imprudencia, los excesos y los descontroles.

Entiende que los sucesos ocurrieron debido a que se ha perdido el sentido de la vida.

Al término de la misa pascual, a la que asistieron cientos de personas pero ningún funcionario del gobierno, López Rodríguez alentó a los dominicanos a sobreponerse y confiar en que la última palabra de la historia no la tiene ni la muerte, ni la mentira, sino la vida y la verdad.

López Rodríguez concelebró la eucaristía con los sacerdotes Mario Campusano, rector del Seminario Menor; Goris Chacón, párroco de la iglesia Santo Tomás y profesor del Seminario Mayor, y Evaristo Pérez.

Doce seminaristas del Seminario Santo Tomas de Aquino acompañaron al Cardenal a celebrar los sacramentos.

El arzobispo instó a la población a trabajar para que todos los dominicanos continúen avanzando en un plano de aceptación recíproca, sobre todo, en este proceso electoral.

[b]EN IRAK[/b]

El Cardenal criticó que las autoridades enviaran militares a Irak y estimó que el gobierno aceptó por una complacencia con los Estados Unidos.

López Rodríguez estimó que el país corra el riesgo por colaborar en la ocupación que Estados Unidos hace de Irak y que grupos extremistas islámicos están dispuestos a cobrarle que ayudan a los norteamericanos, como hicieron con España.

Aunque el religioso no cree que la presencia de 300 soldados nacionales en Irak sea significativa. «Los pobres soldados nuestros, yo quisiera que volviesen lo antes posible para acá».

[b]CAMINO DE LA FE[/b]

Al finalizar la misa pascual, el Cardenal indicó que está empeñado en utilizar los medios de comunicación de que dispone la Iglesia Católica para formar una cadena de oración. «Vamos a orar, que con depresiones y tonterías no vamos a ningún sitio, y con promesas en el tono en que se está diciendo en la misma campaña tampoco llegamos a ningún sitio».

[b]MEMORIAL DE LA PASIÓN[/b]

La misa fue iniciada al mediodía. El Coro de la Catedral de 150 voces, que dirigido por el maestro José del Monte, cantó el himno Resucito. El Cardenal encabezó el rito de acogida a los fieles procedentes de los distintos sectores.

Los participantes se acomodaron alrededor de una pila blanca y un altar decorado con flores.

En medio del salón un gran cirio pascual con el rostro de Jesús. Mientras varias palomas hacían vuelo bajo en el interior del templo, la comunidad cristiana coreaba ¡Aleluya!