POR LLENNIS JIMÉNEZ Y ELÍAS RUIZ MATUK
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez acusó ayer a la Policía Nacional de no garantizar la seguridad ciudadana en los últimos años y afirmó que por esa razón muchas personas han buscado la forma de conseguir armas de fuego para protegerse.

Admitió que hay muchas armas ilegales en manos de personas y que se ha hecho un reparto irresponsable a la población, sin embargo, dijo que es verdad que muchos se han armado porque no existe seguridad garantizada.

«Todos estamos en contra de la violencia», significó el arzobispo metropolitano de Santo Domingo.

Recordó que participó en un programa de cambio de armas de fuego por juguetes, con la finalidad de que la gente entregara los instrumentos que aumentan los niveles de violencia, pero precisó que ahora prefiere que sean otros los que realicen la labor. López Rodríguez lamentó la cantidad de personas víctimas de tragedias en las que se han usado estos medios.

El prelado fue entrevistado después de presidir la eucaristía celebrada con motivo de la confirmación de 121 jóvenes y adultos en la parroquia Divina Providencia de Arroyo Hondo.

En la actualidad, mientras la atención está fijada en el resultado de las elecciones congresuales y municipales y la ofensa aumenta entre los dirigentes de los partidos políticos, la violencia y los atracos se incrementan. En los últimos días, han resultado muertas varias personas, incluidos un oficial y algunos suboficiales de la Policía Nacional.

El caso más reciente fue el atraco a mano armada contra José Almonte, chofer del presidente del Banco Hipotecario Dominicano (BHD).

Almonte resultó muerto poco después de haber dejado al ejecutivo bancario en su residencia en el sector Piantini en esta capital.

Otro caso fue el del mayor Salustiano Tineo Matos, herido de cinco balazos junto a su esposa e hijos, en el sector de Villa Duarte. Era uno de los principales oficiales que laboró en el desmantelamiento de una banda que robaba vehículos de lujo y que luego conseguían documentos falsos para negociarlos.

Mientras que recientemente dos sargentos murieron a manos de desconocidos. Uno fue Clemente Mieses Marcial, a quien desconocidos que viajaban en  una motocicleta esperaron que saliera de su residencia. La Policía dijo que investiga el hecho para dar con los autores.

Mieses Marcial fue sorprendido e impactado con varios disparos, uno de los cuales recibió en el tórax y en el «quinto espacio intercostal», por lo que se cree que le laceró su corazón.  El suboficial residía en la manzana 26, número 23 de la urbanización Primaveral, de Villa Mella.

El otro sargento muerto a manos de delincuentes fue Juan Tomás Familia, de 42 años, atacado a tiros por desconocidos en la avenida Charles de Gaulle, en Sabana Perdida. El día de la tragedia, el agente estaba en su motocicleta aguardando a su hija que saliera de un centro comercial en Santo Domingo Este.

RATIFICAN SACRAMENTO

Validaron su fe y su voluntad de permanecer en la iglesia católica los jóvenes pertenecientes a los colegios Arroyo, a quienes el arzobispo expresó palabras de estímulo y orientación cristiana, al tiempo que les colocó el aceite crismal como señal de la unción espiritual.

Aconsejó a sus padres guiar a sus hijos por el camino de la fidelidad, mientras que una joven, en representación del grupo, pidió a los padres y padrinos que los ayuden a vivir en la fe de Cristo.

Junto al cardenal concelebraron la asamblea festiva por la renovación el encargado de la iglesia, reverendo Rafael Isidro Marcial Silva; así como los sacerdotes Federico Marcial Sánchez y el diacono Víctor Matías.