El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez llamó anoche al país a integrarse a jornadas de oración en casas de familias y pidió a Dios que dé sensatez, inteligencia, serenidad y cordura a los gobernantes, colaboradores y mundo político para poder «conducirnos en estos momentos tan difíciles».

López Rodríguez hizo algunas reflexiones al introducir en la Catedral las primeras motivaciones de la Jornada de Oración por el País convocada por la Iglesia Católica, que mantuvo por dos horas en sintonía espiritual a 170 parroquias de Santo Domingo, Monte Plata, Yamasá y Sabana Grande de Boyá.

El prelado afirma que mientras más difícil se torna la situación, con más razón hay que acudir a Dios.

Las oraciones fueron realizadas de 8:00 a 10:00 de la noche. Entusiastas feligreses abarrotaban muchos de los templos, y retumbaron con sus canciones, aplausos y oraciones a Dios.

El Cardenal se mantuvo durante los primeros veinte minutos en la Catedral, luego asistió a otras parroquias que celebraban la jornada de oración.

López Rodríguez dijo que históricamente los países nunca se suicidan, pues por más seria que sea la crisis que afrontan siempre habrá una reserva moral a la cual apelar.

«Por esta razón nosotros confiamos en que el pueblo dominicano en, este momento de crisis, se sienta también en las manos del Señor y ore con toda confianza, precisamente, para que esto lo logremos», dijo.

El arzobispo de Santo Domingo adelantó que volverán a convocar a jornadas de oración hasta comenzar la Cuaresma, el miércoles 27 de febrero próximo, Día de Ceniza. La jornada fue convocada en la más reciente Carta Pastoral de los obispos.

En familias, exhortó, es bueno que oren padres e hijos. Igualmente, que se reúnan en condominios las familias residentes y acudan a Dios.

Sostuvo que en los 2,000 años de historia de la Iglesia siempre ha sido fiel a la oración. En ese trayecto, expresó, se han registrado crisis de todos los colores y dimensiones.

Para López Rodríguez la intolerancia no es nada nuevo. Pidió a Dios por todas aquellas personas que dijo actualmente están sufriendo.

Pidió a Dios que perdone al país por los errores que haya cometido. Además, bendiciones para todo el pueblo.

«Nadie desconoce que estamos en un momento sumamente difícil y por esta razón queremos pedirle al Señor que nos ayude», manifestó ante la feligresía.

Llamó a los dominicanos a darse las manos y colaborar unos con otros. También, que les dé una gran capacidad de comprensión.