POR FIOR GIL
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez pidió ayer al gobierno investigar «seriamente», sin importar las personas que estén involucradas, todo lo relacionado con el tráfico de 1,387 kilogramos de cocaína, y afirmó que las pasadas autoridades tenían que estar en conocimiento de las actividades que se atribuyen al ex capitán Quirino Ernesto Paulino Castillo.

Dijo que el país espera informaciones y señales claras de que por lo menos se hará un esfuerzo por corregir lo que califica con un desorden y que no se actuará «con paños tibios, sin andar con componendas, debilidades o temores y que se llegará a donde está la verdad». 

«Definitivamente las autoridades anteriores tenían que saber de eso, se trata de un señor que es incorporado al Ejército y que escala rápidamente a un rango que no merece; esas, se supone, no son cosas gratuitas, no hace falta ser un genio, un científico, un cerebro, para darse cuenta de que estamos ante unas evidencias de que había complicidad, perversidad también -complicidad y perversidad- es justo la palabra que define eso», enfatizó López Rodríguez.

Tras aclarar que prefería en tiempo de Navidad no referirse a ese tema, el arzobispo metropolitano de Santo Domingo consideró desconcertante y escandaloso el caso del cargamento de cocaína, lo que, según dijo, «demuestra que el país estaba muy mal manejado, porque se trata de un hecho perversamente montado por un grupo de personas en esos estamentos e instancias del poder militar, que por consiguiente no se puede justificar de ninguna manera lo que ha sucedido».

López Rodríguez resaltó la necesidad de que se proceda  de inmediato, «sin ningún tipo de dilación a investigar seriamente, no importa las personas que estén envueltas en el asunto, hay que investigar seriamente y a fondo y llegar a toda la gentes que puedan estar envueltas en el hecho porque puede ser mas de una persona o los que hayan sido ya ubicados».

Dijo que en segundo lugar «queremos que la justicia proceda con toda la entereza, seriedad, responsabilidad y comience a aplicar sanciones».

Consideró que aunque esos casos «yo entiendo» tienen su riesgo y su peligro, la autoridad está para ejercerla, consiguientemente se tiene que proceder de inmediato a aplicar sanciones».

Advirtió que en el caso hay que llegar hasta saber quiénes son los culpables, y «por supuesto no estar buscando gente convertidas en chivo expiatorio; entiendo que ya es fácil en base a los datos que se tienen y a las declaraciones que van ofreciendo unos y otros, saber dónde estaba el origen de toda esta barbaridad que se ha estado denunciado».

En otro orden, López Rodríguez afirmó que en el caso de Haití, en el vecino país actualmente no hay control alguno sobre lo que pasa por la frontera, ya que las fuerzas internacionales, que están destacadas allí «tampoco creo que les interese mucho complicarse la vida y menos enfrentarse con personas, ellos van allá en una misión en una fuerza de paz y no creo que vayan a controlar eso. Por consiguiente, lo que está pasando por la frontera, puede ser cualquier cosa,

lo extraño es que los Estados Unidos, que han sido tan celosos en la cuestion del narcotráfico, no hayan querido meterse ahí a controlar eso, porque al fin y al cabo llevan mucha drogas tambien a ellos».

Refirió que los Estados Unidos debe intervenir, debido a que no le faltan recursos para actuaar  en los controles del trafico de drogas en Haití, tomando en consideración que a la República Dominicana le han otorgado certificado  de buena conducta  «y que han hecho con esos certificados.»

Advirtio a las autoridades nacionales que de no tomerse las medidas de lugar el país «no va a ningun sitio ningun sitio bueno, ya que se supone que tiene haber un control real o sea que el país tiene que recibir informaciones y señales claras de que este desorden se va a arreglar o por lo menos se va hacer el esfuerzo por arreglarlo, consiguientemente no puede haber ningún tipo, como he dicho otras veces de paño tibio ni andar con componendas, ni con debilidades ni con temores,  no vamos a ver donde esta la verdad, y entonces actuamos en consecuencia».