Cardenal exhorta abandonar ruindad

Cardenal exhorta abandonar ruindad

El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez exhortó a la población a aprovechar la celebración de la Navidad para salir de la ruindad y los pequeños intereses que esclavizan y destruyen al ser humano.

Recomendó que este tiempo de encarnación de Jesús sirva para vivir gozoso, en comunión con Dios y todos los seres humanos, especialmente con los más necesitados.

En un mensaje con motivo de la Navidad, el Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo que en este período del año se piense en buscar al hermano que Dios ama, en especial al más necesitado, en quien dijo que Cristo se encarna y nace cada día.

«Celebrar la Navidad en cristiano es compartir la felicidad del Emmanuel, el Dios con nosotros, en comunión con todos los seres humanos», afirmó López Rodríguez.

El cardenal analizó y valoró el significado y el compromiso de la Navidad en su programa Fe y Acontecer, que conduce los domingos junto a Miguel Franjul, por Televida, canal 41.

Indicó que en Navidad la persona no se debe limitar a recordar el acontecimiento histórico del nacimiento de Jesús, sino celebrarla actualizándose.

El prelado manifestó que vivir la Navidad es compartir con los hermanos, en razón de que Jesús viene y se encarna para compartir con todos los hombres y mujeres. «En Navidad nos deseamos paz y felicidad por el nacimiento de Jesús».

El nacimiento de Jesús se utilice para actualizarse, vivir el momento que se está celebrando y ver lo que provoca el acontecimiento en la vida personal de cada uno de los creyentes, dijo.

El teólogo dijo que al celebrar esta encarnación de Dios, la Navidad es fiesta y esperanza del hombre. «Cada Navidad es el cumpleaños de Jesús. Creo que quienes profesamos fe en Él debemos sentirnos contentos de poderle celebrar a Jesús».

López Rodríguez explicó que Jesús, ese niño que nació desvalido y pobre en Belén, dividió la historia en dos grandes épocas.

Sostuvo que la encarnación de Dios, la naturaleza humana asumiéndola, es la forma más expresiva de como Dios se compromete definitivamente con la humanidad.

Manifestó que toda la creación corresponde a criaturas y obras predilectas, un conjunto formidable, extraordinario y tan diverso, que son los seres humanos.

El Arzobispo dijo que cuando Juan Pablo II iniciaba su pontificado, en el mensaje de Navidad de 1978, poco después de ser electo en octubre de ese año, afirmó que la Navidad es la fiesta del hombre y que por el nacimiento de Jesús se efectúa la humanización de Dios y la divinización del hombre.

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