POR LLENNIS JIMÉNEZ
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez aconsejó anoche a Leonel Fernández, quien hoy asumirá la Presidencia de la República, gobernar con sencillez, eficiencia, orden, honestamente y, ante todo, devolver el sentido de confianza en la posibilidad de rehabilitar a la República Dominicana.

El Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo afirmó que con estas señales se marcaría en seguida el contraste con el desorden que se ha vivido en estos últimos tiempos y que sin duda ninguna, sea motivo para abrir las posibilidades de que haya un nuevo país.

Proclamó que la crisis más grave en la cual se ha hundido el país es la moral e imploró a Dios para ayude a Fernández a gobernar con sabiduría y capacidad para entender todas las complejidades que le están entregando.

López Rodríguez recomendó a Fernández, quien después de cuatro años regresa al poder, implantar orden y organización.

Exhortó al presidente electo aplicar con mucha sencillez las medidas que considere oportunas.

«Creo que el país en este momento tiene una gran dosis de confianza en lo que él pueda hacer», dijo el Cardenal en el programa Fe y Acontecer que conduce los domingos junto a Miguel Franjul, por Televida.

«Estamos ante una situación de gravedad, dijo, por la profundísima crisis, que más que nada tiene repercusiones en el campo económico, en el campo administrativo, pero sobre todo, moralmente». López Rodríguez manifestó que el país espera que se haga algo.

Aclaro que también hay que ser justo, en el sentido de que no se puede esperar que las cosas comiencen a cambiar mágicamente por lo que recomendó a la población ser realista.

El Cardenal dijo, en otro orden, que muchos de los presos que fueron escogidos para concederles el indulto son en realidad delincuentes que tienen la protección de la Procuraduría General de la República.

López Rodríguez expresó que cuando el procurador lo llamó para hablar a los indultados se negó y le dio que no está de acuerdo con los criterios que él aplicaba para indultar.

«El criminal ahora es un hombre sujeto de indulto. No puede ser,» dijo el Cardenal.

Asimismo, dijo la canalla que participa en delitos está tranquila, al igual que a los soberbios y pecadores, pero los cristianos deben recordarles que serán humillados oportunamente, que Dios les pedirá cuentas de todas sus fechorías.