El país celebró ayer con diversos actos el bicentenario del natalicio del padre de la Patria Juan Pablo Duarte, en una jornada en la que fue exaltada la figura del patricio nacido el 26 de enero  de 1813.

Los actos se iniciaron a las 10:00 de la mañana con un tedeum en la Catedral Primada de América, al que asistió el  presidente Danilo Medina junto a su esposa,  Cándida Montilla de Medina, y  en el que el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez llamó a conocer  el legado moral y patriótico del fundador de la República Dominicana.

El arzobispo de Santo Domingo dijo que alberga la esperanza de que la República  soñada por Duarte haga un esfuerzo por mantener viva la llama patriótica que inspiró su existencia.

En homenaje al bicentenario, López Rodríguez leyó la parte final del panegírico pronunciado por el arzobispo Fernando Arturo de Meriño a propósito de la muerte de Duarte y el traslado de sus restos a la República Dominicana, en que resalta la parte cristiana del padre de la patria.

¿Qué diría Duarte?   Asimismo, el cardenal López Rodríguez reflexionó sobre un mensaje de  San Pablo en el que arremete contra los pecados que destruyen la armonía de las relaciones mutuas. “Leyendo esta página me pregunto, ¿qué diría Juan Pablo Duarte de la ola de bandolerismo, pandillas, violadores, criminales, ladrones, rateros y otros escandalosos pecados que pululan en nuestra geografía nacional?”, cuestionó.

En otra parte del sermón, advirtió “a los que se creen grandes y poderosos, con asombrosa capacidad para mentir, engañar, extorsionar, corromper y pervertir que no olviden que alguien los está observando y oportunamente les dará su merecido”, señaló al referirse a la figura de Dios.

Otras actividades. Concluido el oficio religioso, el presidente Medina partió junto a  la primera dama, Cándida Montilla de Medina, y el ministro administrativo de la Presidencia, Gustavo Montalvo, hacia el Altar de la Patria, donde depositó una ofrenda floral. Allí estuvieron presentes varios ministros, así como funcionarios civiles y militares.

Concluido ese acto, el mandatario se dirigió hacia la casa en la que vivió el padre de la patria, situada en la Ciudad Colonial,  hoy convertida en el Instituto Duartiano.

Medina recorrió el lugar por espacio de media hora junto a los directivos del Instituto Duartiano y otras personalidades.

ZOOM

Buscó cartas

En las tres paradas que hizo el mandatario se aglomeraron personas en procura de entregarle cartas, darle un saludo o lograr verlo. A su salida de la Catedral la cantidad de personas que le llamaban a gritos lo llevó a acercarse a tomar las cartas que le tenían con peticiones.

Muchos y poco espacio

En el Altar de la Patria algunas personas quedaron fuera.