El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez expresó ayer su desacuerdo con que se convoque al Consejo Nacional de la Magistratura para introducir cambios, por entender que el momento «no es para estar echándole ingredientes que perturben más la situación que tenemos».

López Rodríguez dijo que nunca estaría de acuerdo con que se convoque el Consejo Nacional de la Magistratura para registrarle cambios en la actualidad.

«Y ahora )qué será lo que falta, entonces? No lo sabemos. )Para qué convocar? )Con qué razón? )Con qué finalidad? Si están dejando otras cosas para más adelante, se puede también dejar esta», insistió.

Expresó que «Si no hay voluntad de que se discuta el asunto con el Fondo Monetario, una revisión con el proyecto de Reforma Fiscal, entonces, si no se puede hacer eso, tampoco hagamos lo otro. Puede esperar también».

Por otra parte, el arzobispo de Santo Domingo sugirió al presidente electo Leonel Fernández que hable al país en su momento oportuno, si es posible desde ahora, para que plantee con absoluta claridad la situación real de la Nación, y lo que pretende hacer, para que no se creen falsas expectativas.

«Ahora, en este momento, vamos a preparar la instalación del nuevo gobierno y luego veremos que se hace con lo que venga detrás», expresó el prelado.

«O sea, que tiene que decirse la situación nuestra es ésta, lo que yo pretendo hacer es esto», entiende que debe ser la línea del discurso de Fernández.

El presidente electo inició ayer una gira por Europa que incluye España, Francia e Inglaterra. Fernández, quien asume el gobierno el 16 de agosto próximo, busca atraer inversión extranjera para el país.

López Rodríguez, en entrevista reciente al programa Sondeo, dijo que aparte de la crisis económica, el país está de luto por la tragedia de Jimaní. También lamentó las inundaciones de comunidades del nordeste del país, y en la Barquita, de Santo Domingo.

López Rodríguez fue entrevistado por Luis Encarnación Pimentel y Danilo Clime.

[b]ESPERANZA PARA JIMANI[/b]

«Lo que vi en Jimaní es una desolación total. En el parque muchísima gente llorando, unos perdieron esposas, hijos, sobrinos; en fin, mucha gente sufriendo», dijo López Rodríguez con relación a la tragedia de Jimaní, luego que cientos de personas murieron y desaparecieron por la arriada del río Blanco.